miércoles, 21 de mayo de 2014

Las claves de un nuevo Barça

Pablo Orleans | Con la temporada terminada, el ciclo en pausa y ningún gran título en las vitrinas, el FC Barcelona está en el punto de mira de todos los grandes críticos futboleros que rellenan columnas de juicios de valor acerca de una campaña nefasta en la que el conjunto culé llegó a unos cuartos de final de Champions League, a la final de Copa y con opciones hasta el último minuto de una de las Ligas más disputadas de la historia. Los eruditos supremos del balompié abarrotan los periódicos vistosos del país avasallando al equipo azulgrana que, si bien es cierto que no hizo un gran juego y la temporada no es para enmarcar, no ha cosechado un resultado tan nefasto como señalan, más después de las decenas de circunstancias deportivas y extradeportivas que menguaron a la plantilla y el estilo al que nos tenía acostumbrados el conjunto de la Ciudad Condal.

Imagen | Blaugranas.com

Pero es el momento de hacer cambios. Grandes cambios. Así, empezando por el banquillo, el Barça recurre a una estrategia que le llevó a la gloria hace unos años. Optar por un hombre de "la casa" para capitanear el nuevo proyecto. Un hombre con carácter, culé hasta la médula y que ha conseguido un gran resultado con su anterior club, el Celta de Vigo. Luis Enrique es el hombre que recogerá el testigo de un atacado Tata Martino y durante las dos próximas temporadas pondrá las pautas para reactivar el ciclo pausado de un Barça que muchos quieren cerrar antes de tiempo. Pero no se equivoquen, este ciclo todavía no ha terminado. Y no ha terminado por una simple razón. El grueso del equipo sigue siendo el mismo, y el estilo que creó un antes y un después sigue estando vigente. Cierto es que hay que pulir un par de cosas y reforzar algo el plantel, pero la filosofía de los Xavi, Iniesta, Fàbregas, Piqué, Messi, Pedro y compañía, no se va a terminar porque unos cuantos pelagatos con miles de lectores, oyentes o espectadores quieran que se acabe. Se terminará cuando estos jugadores que se lo han dado todo al Barça, a la Selección española y al fútbol en general, jueguen su último minuto en un terreno de juego. Mientras tanto, a este modo de hacer fútbol todavía le queda vida. Seguro.

Imagen | Enko-football.com

Y en los refuerzos está la clave. Con Ter Stegen en la portería, el guardameta alemán llamado a ser uno de los grandes porteros del fútbol mundial, tendrá la ardua tarea de suplir no sólo al gran Víctor Valdés, sino de defender una de las porterías más complicadas de este deporte. 

Pero si algo hay que reforzar con celeridad y mesura es la defensa. Dos centrales de nivel y un lateral derecho que aseguren una defensa férrea con proyección atacante en las bandas. Así, Alves se caería de mi lista.

En el centro del campo, la llegada de Rafinha es una gran noticia. El menor de los Alcántara ha consumado una grandísima temporada en Vigo y llegará a Barcelona sumando calidad en el centro. Quizá sería hora de darle salida a Song y reforzar el mediocentro defensivo con una figura que dé descanso con garantías a Busi.

Imagen | Vavel.com

Y en el ataque, la llegada de Deulofeu abarrota una delantera con efectivos pequeños de sobra. Pedro, Alexis, Neymar, Messi, Tello y Deulofeu sería el sexteto atacante para la próxima campaña. Pero si algo necesita este Barça con urgencia es un nueve puro. Un delantero centro que sujete a los centrales y que tenga claras opciones en los balones por alto. Una opción necesaria para un equipo que cuenta en sus partidos con posesiones monopolísticas y rivales encerrados. 

Es necesario un Barcelona mejorado, un Barcelona reforzado. Con la misma filosofía, con el mismo gusto por el trato de balón. Pero un Barcelona con alternativas. Con un equipo equilibrado que ataque según se plante el adversario al frente y que pueda desatascar amasijos de piernas de diferentes opciones. Pero, sobre todo, el Barça necesita un cambio de mentalidad, un giro de confianza y de carácter. Y creo que el equipo culé ha dado en el clavo. Luis Enrique debe ser la pieza fundamental del nuevo Barça. El Cholo de la Ciudad Condal. La figura que le implante a la plantilla su propio modus vivendi. Una forma de ser y de hacer. El mismo temperamento que lució en los campos de fútbol con el 21 a la espalda. Ésa será la clave del nuevo Barça.
     

jueves, 8 de mayo de 2014

Qué pasará, qué misterio habrá...

Pablo Orleans | Que la Liga está loca, nadie lo discute. Que hasta el último minuto de la última jornada, no hay nada decidido, está más claro que el agua. Que este año puede pasar cualquier cosa, es algo a la orden del día. Que hasta el equipo más desahuciado en el último mes, hasta el equipo más criticado, y el equipo que más burlas ha recibido en los últimos tiempos, pueda optar a un título liguero, explica cómo de majareta está la competición doméstica en España. Y es que, hasta hace una semana (escasa), nadie daba un duro por el FC Barcelona. Habiendo empatado en el Camp Nou ante el Getafe y esperando las victorias de Madrid y Atlético al día siguiente, la pasada noche del tres al cuatro de mayo los del Tata Martino bajaron del todo los brazos y dieron por cerrada una campaña nefasta para los intereses blaugranas. 


Pero, una insólita alineación de astros el día de la madre, de la madre que parió a levantinistas y chés, hizo que las esperanzas aumentaran exponencialmente en las calles de la Ciudad Condal y, de nuevo, el conjunto catalán optase a disputar la Liga. Primero, la derrota del Atlético de Madrid en el Ciudad de Valencia acercaba a los blancos de la capital el triplete con el dulce de la ansiada décima como guinda de un pastel que se completaba con la nefasta campaña culé y el posible castigo a colchoneros en la final de Lisboa. Barcelonistas todos se lamentaban por la oportunidad perdida ante el Getafe de poder estar en la pugna. Pero ahora eran los eternos rivales los que tenían la sartén por el mango. Y de este modo, mientras los azulgrana animaban a valencianistas para poder depender de sí mismos, atléticos rezaban porque sus eternos rivales ganasen el lance y depender de sí mismos.  Y el empate llegó. Y ahora todo estaba en manos del Madrid que, con un partido menos, podía presionar al Atleti para que fallase ante el Málaga y ponerse por delante.


Pero antes, los de Ancelotti debían doblegar en Zorrilla a un Valladolid que se juega el todo por el todo para mantenerse en Primera. Y de nuevo, los astros, le hicieron un guiño al Barça y el conjunto blanco cayó (con un empate) en Valladolid, dándole al equipo de Martino un 'extra ball' que le añade a la lista de los que dependen de sí mismos junto al Atlético. Y ahora, con esta situación, se presenta lo que probablemente será uno de los finales de Liga más emocionantes de la historia del fútbol español. Con tres equipos con opciones y con un partido final entre culés y colchoneros en el Camp Nou que, probablemente, decidirá todo. 


Hasta entonces, en la jornada que queda antes de finiquitar la competición loca del año (después del bipartidismo futbolístico de los últimos años ya era hora de que entrasen más competidores a las pujas), la penúltima jornada nos deja un Elche - FC Barcelona en el que ninguno ha dicho su última palabra y ambos tienen mucho que ganar o perder, un Atlético - Málaga en el que andaluces todavía no están salvados y necesitarían un punto para confirmar la salvación y un Celta - Madrid en Vigo en el que los de Luis Enrique están salvados pero el culé podría trazar el mejor de los guiones para descartar al Madrid de la lucha por el título y darle a su exequipo y posibles futuros jugadores un ingrediente más para salvar la aciaga temporada.


Y ya sabemos que puede pasar de todo. Que nada está escrito y que son los tres equipos de arriba los que cada fin de semana están escribiendo una línea más de su historia particular y de la historia del fútbol español. Atleti y Barça lo tienen en sus manos. Pero el Madrid difícilmente bajará los brazos. Elche, Málaga y Celta también tienen algo que decir. Y si todo sigue igual, el final de esta Liga se decidirá en Barcelona el domingo 18 de mayo. Quién sabe lo que sucederá. Que ruede el balón para salir de dudas. 

miércoles, 16 de abril de 2014

Que comience el espectáculo

Pablo Orleans | Todo está preparado para una de las finales descafeinadas más esperadas del año. Valencia está lista. Las aficiones, engalanadas con sus colores, dan vida a la capital del Turia que será testigo de un choque de gigantes. Barça y Madrid se enfrentan de nuevo, en apenas tres horas, para intentar conquistar el primer gran título de la temporada. Un duelo a muerte en el que los eternos rivales se medirán sin el cien por cien de sus efectivos para doblegar y, porqué no, rematar al enemigo íntimo. Una noche de gloria para uno y de fracaso para el otro que podrá suponer una estocada mortal para el derrotado. Las cartas sobre la mesa y el guión todavía por escribir. Sin algunos actores principales pero con la misma tensión de siempre, la suerte está echada para anotar otro epígrafe a la historia del fútbol español.

Imagen | Infodeportiva.com

Con un Barça muy mermado en la zaga pero con la punta de la lanza bien afilada para la ocasión, el Real Madrid se supone más favorito a pesar de la baja de Ronaldo. Los culés, que vienen de una dolorosa derrota en Granada que alejó mucho sus opciones al título de Liga, tienen ante sí presumiblemente la única oportunidad para salvar una temporada aciaga en el tramo final. Numerosas e importantes bajas en una defensa descuidada por Martino es el mayor temor de los seguidores azulgrana que tienen del centro del campo en adelante su única esperanza para conseguir el título copero. La posesión y la movilidad rápida del balón en tres cuartos de campo deben ser las claves para el FC Barcelona.

Por su parte, los de Ancelotti llegan más motivados. Llegan con la segunda plaza liguera en su mano y con posibilidades en la Champions. Llegan más crecidos a pesar de la ya comentada baja del portugués. Y tienen motivos. Ahora es el turno de Bale para los madridistas que, sin Cristiano, debe tirar del equipo en ataque. El galés debe ser el estandarte del conjunto blanco y en el que todos posan sus esperanzas. A pesar de la irregularidad de su juego, el británico puede ser determinante en las jugadas rápidas a la contra. Un Madrid sin tanta necesidad de resultados que jugará sin tanta presión la final.

Todo está listo. La claqueta dará comienzo y los focos se centrarán en el verde de Mestalla y en los 22 jugadores que lucharán por llevarse la gloria. Y como ocurría en la arena romana, sólo uno quedará en pie y levantará el trofeo. Xavi o Casillas elevarán la copa al cielo levantino. Xavi o Casillas rozarán una vez más la gloria española. Xavi o Casillas harán que el otro vea cómo le han arrebatado la gloria. Que comience el espectáculo. 

 

jueves, 10 de abril de 2014

1-0 | Ganó el mejor, pasó el que lo buscó

Pablo Orleans | En el fútbol, como todo en la vida, existen ciclos. Los ciclos tienen un comienzo y también un final. Comienzan con algo nuevo, ilusionante y fulgurante. Y terminan de la peor forma posible en el mayor de los casos. Terminan con un final trágico, con un cambio de poder. Con derrotas dolorosas. Pero, sobre todo, terminan por falta de ambición, de ganas, de motivación. Cuando ya lo has ganado todo, cuando te has acomodado y tus fuerzas menguan con el paso del tiempo, tu final se acerca. Y se avecina cuando las ideas nuevas no llegan y la filosofía se estanca, no avanza. Cuando llega alguien desde atrás con una filosofía renovadora, vanguardista y llena de ambición, de ganas, de motivación.

Leo Messi se lamenta tras una ocasión fallada

El Barça de anoche nos regaló numerosos tintes de decadencia, de desgaste. Nos regaló los peores 45 minutos de la temporada. Un equipo sin ideas, con una retaguardia desordenada, perdida, abandonada. Un ovillo completamente deshilachado cuyos hilos se extraviaban en el perfecto entramado rojiblanco que, una y otra vez, amenazaba con desastre catastrófica. Media hora de imprecisiones dignas de cadetes mal adiestrados que ponían el corazón en un puño tanto a culés acongojados como a colchoneros ilusionados. Un gol y tres maderas para dejar claro quién estaba poniendo contra las cuerdas a quién. La primera parte dejó claro que la teoría azulgrana tiene taras. El equipo de Simeone le sacó los colores a los pupilos de un Tata previsible y atemorizado. Ni las vacas sagradas aparecieron ni el sistema funcionó. Los centrales, lentos e imprecisos, formaron un tridente cardíaco con un Pinto que se complicó demasiado. Los del Cholo, acompañados de un graderío envidiable, pusieron en serios apuros al mejor equipo de la última década venido a menos. 

No existen las excusas de las lesiones de Piqué o Valdés. Bartra, que fue de lo mejor del Barça tras esa media hora para olvidar, no puede suplir sin apenas jugar la posición de un central en la fase clave de la temporada. Martino ha pecado y el equipo lo está pagando. Pinto, inseguro bajo palos; Mascherano, lento; Busquets, superado; Xavi, perdido; Iniesta, impreciso; Neymar, negado; Fábregas, apático y Messi, desaparecido. Sólo se salvan un mediocre Alves que centró sin demasiado acierto, un Bartra de menos a más y un rápido Alba. Pedro, injustamente tratado por el técnico argentino, veía el espectáculo rojiblanco desde el banco para entrar cuando el ánimo de sus compañeros sobre el césped ya estaba de capa caída.

Koke y Villa

Y así pasó el encuentro, con un 1-0 que podría haber sido un resultado de escándalo en los primeros 30 minutos. El Barça demostró un poco de ambición al inicio del segundo tiempo, pero fue un espejismo hasta que la entrada de Diego Ribas y la recuperación física de los del Cholo hicieron que la presión volviera y la perfecta disposición defensiva del Atlético unida a una intensidad a la altura de la cita de ayer, el conjunto de la capital de España se llevase el partido y la eliminatoria. 

El Atlético y sus aficionados nos regalaron una gran noche de fútbol. Nos dieron las claves de lo que debe ser un equipo en el futuro. Quizá no acaben ganando ni Champions ni Liga, pero lo que están demostrando este grupo de jugadores este año es que con ganas y ambición y con un equipo unido y que rema en la misma dirección a las órdenes de un líder, se pueden conseguir grandes cosas. Y parece que en Can Barça se ha perdido la ilusión, la ambición y no existe un líder claro con el que remar a sus órdenes. 

Enhorabuena al Atlético de Madrid. Fueron los merecedores de la victoria y del pase a las semifinales de la Champions. Suerte.

Imagen | Mundo Deportivo

miércoles, 2 de abril de 2014

Sed un ejemplo

Pablo Orleans | Cuando millones de personas ríen contigo, sufren contigo, lloran contigo. Cuando eres el ejemplo de millones de niños a lo largo y ancho de este corrupto planeta. Cuando tus acciones repercuten en un grupo de personas, debes dar ejemplo. Debes comportarte como lo que se supone que eres. No como un sucio negocio donde sólo manda el dinero, y la política. No un ente de ideologías ni una entidad que arrasa. Y has arrasado. Y has hecho uso de tu poder para hacer política y dinero. Y te han pillado. Y debes pagar. Ahora debes ser un ejemplo, Barça. Para las generaciones que todavía no están corruptas, para esos niños que corretean por las calles de su ciudad con tus colores en su piel, en su inocente corazón. Que se despiertan cada mañana con la ilusión de ponerse tu camiseta. Que sueñan con ser parte de ti en el futuro, corriendo por el Camp Nou.

ImagenFcbarcelona.es

No hay 90 días. No hay tres meses para recurrir, porque no hay nada que recurrir. Es hora de dejar de lado tus influencias y tus contactos. Es hora de bajar la cabeza, aceptar el error y admitir que la has cagado, Barça. Ahora no están Laporta ni Rosell, lo sabemos. Y por eso es hora de cambiar el rumbo facineroso y pendenciero por el del buen comportamiento no sólo dentro de los terrenos de juego. Allí, en el césped, (y mientras no se demuestre lo contrario) tenemos a los mejores embajadores. Quizá Messi se descarrió alguna vez, pero en líneas generales ellos podrían optar a ser un buen ejemplo para esos muchachos que juegan a fútbol en las plazas de medio mundo.  

Y es hora de hacer un nuevo Barça. Sin grandes fichajes, sin grandes estrellas. Un equipo forjado por gente que ha mamado los colores, que se ha dejado la piel desde la infancia por oler el verde del Nou Camp fresco, recién cortado, lleno de aficionados. Ahora es el momento de la renovación. Y quizá vengan años grises, tristes, sin grandes títulos ni colosales celebraciones. Pero hay que empezar a dar ejemplo en un país en el que, por mal que suene, el fútbol es una de las pocas alegrías que tiene mucha gente cada semana. Sed los abanderados del deporte rey. Demostrad que no todo está perdido. Aprovechad esta sanción para cambiar la ley del fútbol, la ley del más fuerte, la del más poderoso, la del más 'Florentino'. Aprovechad la oportunidad que os brinda la FIFA en forma de castigo y explotad todavía más a las pequeñas estrellas de la casa. Demostrad que sois un ejemplo. Que podéis ser un ejemplo. Aceptad el castigo. No fichéis, no malmetáis. Y entonces podréis demostrar que el fútbol todavía no está del todo perdido. Que bajo los billetes morados existe un deporte de nobles, de nobles que se equivocan pero que saben rectificar. Un nuevo Barça con gente nueva, joven, de la casa. 
     

1-1 | Duelo de caballeros

Pablo Orleans | Intensidad, ritmo, emoción, lucha, goles y espectáculo europeo es lo que nos ofrecieron en la noche de ayer FC Barcelona y Atlético de Madrid en el primero de los dos duelos por alcanzar las semifinales de la UEFA Champions League. Un choque de titanes que no dejó indiferente a nadie y en el que -al parecer- todos salieron ganando. El Atlético de Madrid porque arañó un gran resultado en el Camp Nou. El Barça, porque empató el 0-1 y mostró mucha confianza a lo largo de todo el partido. A priori, los colchoneros juegan con un resultado favorable para la vuelta, en su estadio y con el gol fuera de casa anotado, pero se espera una batalla de cuerpo a cuerpo en la que sólo quedará uno.

Neymar explota de alegría tras marcar el gol del empate del Barça ante el Atlético
Neymar lo intentó y al final consiguió el gol del empate.

El partido fue uno de esos que ya se esperan los días previos. Un Atlético férreo y duro al más puro estilo del Cholo puso intensidad y dureza en los primeros minutos del partido. La presión era agobiante y más de uno vio aceleradas sus pulsaciones cuando Pinto controlaba el balón en el área pequeña. Pero, poco a poco, los del Tata comenzaron a triangular y tocar en el centro del campo hasta hacerse los dueños del esférico. Delante, un Atlético extramotivado que jugaba a parar el juego con faltas y a intentar salir rápido a la contra para que Diego Costa finalizase. Pero Diego Costa se tuvo que retirar por lesión poco después de que también lo hiciese Piqué y el Atlético perdió mordiente en el ataque. No fue así para el Barcelona, que tuvo en Bartra a un gran zaguero. Motivado, concentrado, seguro y crecido, el canterano está viendo cómo ahora puede ser su momento para consagrarse como un gran central y resolvió ayer con nota.

Piqué, sentado en el césped del Camp Nou tras lesionarse
Piqué y Diego Costa tuvieron que retirarse lesionados.

Mientras el Barça tocaba y movía el balón de un lado para otro intentando atravesar la maraña defensiva tejida por el técnico rojiblanco, el Atlético llegaba tímidamente pero con contundencia al área culé. Un gran Iniesta, acompañado por una de las mejores versiones de Busquets y un Neymar activo y valiente fueron de lo mejor de un Barça en el que Messi jugó demasiado retrasado y lejos de la zona de peligro. Quizá faltó la presencia de Pedro en la banda para realizar decenas de desmarques como el que subió el empate al marcador. Tiralíneas de Iniesta para Neymar que resolvió a la primera cruzándola perfecto ante un gran Courtois. El brasileño empataba el choque después del gran gol de la noche. Diego Ribas, que entró sustituyendo a su tocayo Diego Costa, golpeó perfecto al balón desde fuera del área, enviando el esférico a la escuadra y haciendo inútil la estirada de un Pinto que rozó el cuero con la punta de los dedos.

Iniesta salta en un lance contra el Atlético
Iniesta y Courtois fueron los mejores de cada equipo.

De ahí en adelante, con el 1-1 luciendo en el marcador del Camp Nou, el Barça lo intentó por activa y por pasiva, pero el bien aleccionado conjunto rojiblanco en defensa y un soberbio Courtois bajo palos impidieron que el marcador se moviera. Y así, sin polémicas ni moviolas, sin conspiraciones de por medio, ambos equipos lucharon en el césped y se dieron la mano tras el pitido final, retándose para encontrarse muy pronto a orillas del Manzanares. Con la clase que otros nunca debieron perder.

ME GUSTÓ
Instante en que Diego Ribas dispara para batir a Pinto en el 0-1

La intensidad rojiblanca -a veces al borde del reglamento- mostró a un Atlético correoso y difícil. El Baça, por su parte, fue fiel a su estilo y no se vino a bajo tras el golazo de Diego Ribas. Un bonito espectáculo sin polémicas de por medio.



NO ME GUSTÓ
David Villa lamenta una clara ocasión que tuvo ante Pinto


La reacción de la grada del Camp Nou. En primer lugar por la sonora pitada mezclada con algunos aplausos al 'guaje' Villa. Parece que la afición no tiene memoria. En segundo lugar, la pitada a Fàbregas cuando el Tata lo sustituyó por Alexis. Cesc es uno de los mejores centrocampistas del mundo. Quizá no tuvo su día, pero siempre está observado con lupa.





Imágenes | Mundo Deportivo
    

lunes, 24 de marzo de 2014

3-4 ¡Qué espectáculo!

Pablo Orleans | Si eres madridista, es decir, seguidor-simpatizante forofo del Real Madrid que no ha sabido aceptar la derrota en el Bernabéu, no te va a gustar esta entrada. No porque el conjunto blanco sea el objetivo de las críticas, sino porque aquí no vais a encontrar consuelo ante la derrota de ayer en casa. Aquí no encontraréis las miles de excusas de autoconvicción de la culpa ajena para no reconocer que hay alguien mejor ni insultos o reprimendas a la actuación arbitral. No es un post para seguidores del Ronaldo extradeportivo o del Ramos que no ha sabido aceptar su error. Nada de eso. Aquí hablaremos del espectáculo que se vivió en el feudo blanco y que nos brindaron los dos equipos. Hablamos de, probablemente, uno de los mejores Clásicos de la historia. Hablaremos de fútbol.

Lionel Messi celebra el gol con sus aficionados
Messi, con su hat trick, completó un partidazo y le dio la victoria a su equipo.

El FC Barcelona llegaba a la capital de España con la necesidad de llevarse los tres puntos. Para ello, salió con casi todo el equipo de lujo. Sólo faltó un menospreciado Pedro por un Neymar falto de ritmo, ideas e intensidad. Un Neymar al que le faltan un par de partidos buenos para ser intocable. Pero no estaba bien. Y salvo esa errata en un mapa de toque, precisión y calidad, el barça saltó al verde del Bernabéu dispuesto a llevarse la victoria. Delante, los de Ancelotti vestían sus mejores galas para un presumible partidazo que al final lo fue.

Y comenzó el choque con el Barça llevando la batuta y dando primero. Iniesta, tras un genial pase de Messi, lanzó un zurdazo que golpeó en el larguero y entró dentro. Seis minutos de Clásico y los de Martino se adelantaban sin saber todo lo que iban a tener que sudar para llevarse los tres puntos. El Madrid asustaba cada vez que llegaba al área culé, sobre todo de la mano de Di María (inmenso el argentino) y un Benzema que estaba en todas. Después de un fallo solo ante Valdés tras una gran jugada de 'el fideo', el galo remataba con acierto dos veces en tres minutos para darle la vuelta al choque. Sólo gracias a la recuperación de Piqué bajo palos, el francés no hacía un hat trick en siete minutos. El Barça sufría con cada balón aéreo y en cada internada merengue por la banda derecha. Una defensa desdibujada e impotente que hacía aguas una y otra vez ante la velocidad y el poderío por alto del Madrid. Pero al final de los primeros tres cuartos de hora, Leo Messi conseguía el empate en una jugada con rebotes que acabó en una tángana con Pepe y Fàbregas como protagonistas y Busquets como actor secundario.

El delantero francés del Real Madrid Karim Benzemá celebra el gol marcado ante el FC Barcelona
Benzema y Di María fueron los mejores del Real Madrid. El galo sólo jugó 60 minutos.

Y se llegó al descanso con un empate, cuatro goles, y una gran incertidumbre. El intercambio de golpes había sido continuo, con latigazos del Madrid y momentos de control del Barça que dejaban abierta una segunda parte que se convertía en incógnita. Nadie sabía qué iba a pasar o cómo podrían quedar, pero lo que estaba claro era que ambos equipos iban a salir a por los tres puntos. Los unos para hacer de la Liga un asunto de dos. Los otros para aferrarse al último hilo de esperanza que les quedaba en la competición doméstica.

Y fue el Madrid el que golpeó primero. A través de una falta fuera del área que se señaló como pena máxima, Cristiano Ronaldo volvió a poner a los blancos por delante. Los azulgrana se veían contra las cuerdas. Perdiendo ante el máximo rival y con 80.000 almas rezando en su contra, lejos de amilanarse volvieron a su fútbol control, alargando la posesión y buscando el hueco con paciencia. Así, Leo Messi -de nuevo- encontró el hueco perfecto para Neymar que, en posición correcta, se quedaba sólo ante Diego López y era arrollado por el último jugador blanco. Sergio Ramos a la calle por roja directa y el astro argentino igualaba el duelo desde los once metros. Con uno menos -y sin Benzema-, el Madrid perdió el rumbo del encuentro y quedó a la deriva del mar blaugrana, que movía el cuero de un lado para otro, sin prisa pero sin pausa, hasta que el bocadillo entre Carvajal y, sobre todo, Xabi Alonso a un listo Iniesta volvió a plantar el balón en el punto de penalti. Leo Messi mandaba el esférico a la escuadra, firmaba su triplete y los del Tata Martino ponían el definitivo 3-4 en el Bernabéu.

El árbitro Undiano Mallenco muestra la tarjeta roja a Sergio Ramos
Segundo tiempo de penalties. Ramos acabó expulsado por derribar a Neymar dentro del área.

Un espectáculo digno de ambos clubes centenarios. Uno de los mayores choques futbolísticos de la historia sólo manchado por la dolorosa derrota que llevó a los protagonistas a hablar en caliente y sin sentido. Un gran espectáculo de fútbol que no acaba con el pitido final del colegiado Undiano Mallenco, sino que alarga esta bonita historia de tres, por lo menos, hasta dentro de un par de días. Y esperemos que estos ejemplos para millones de niños a lo largo y ancho del globo terráqueo cuenten hasta diez antes de soltar lo primero que se les ocurra. Es cierto, la derrota duele. Pero más doloroso es ver a niños maldiciendo al árbitro porque sus héroes sobre el terreno de juego han sido su referente. Y hablo por todos. 

Por los espectáculos como el de ayer. Por el fútbol. 
    
Imágenes | Mundo Deportivo

jueves, 20 de marzo de 2014

Los 8 mejores equipos del mundo y sólo puede quedar uno

Pablo Orleans | Mientras el Clásico del próximo domingo ocupa un gran número de páginas en los periódicos y acapara la atención de mucha gente expectante, el viernes a las doce del mediodía (desde las 11:45 horas en TDP) se celebra el sorteo de los cuartos de final de la UEFA Champions League. Tras la victoria de hoy del United por 3-0 y darle un vuelco a la eliminatoria con un hat-trick de Van Persie ante el Olympiacos y el pase del Dortmund a pesar de caer por 1-2 contra el Zenit, el grupo de los ocho equipos selectos que buscarán la gloria europea ya está cerrado. Así, el sorteo estará compuesto por tres equipos españoles (FC Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid), dos ingleses (Chelsea y Manchester United), dos alemanes (Bayern de Múnich y Borussia Dortmund) y un francés (PSG) que optarán por conseguir el máximo trofeo futbolístico de clubes en el viejo continente. Un sorteo en el que, como bien sabréis, cualquiera puede enfrentarse a cualquiera. Y ya son muchas las suposiciones y preferencias que los aficionados y medios afines a los equipos tienen para los suyos.

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Imagen | As.com

NADIE QUIERE AL BAYERN

Si algo está claro es que nadie quiere al Bayern de Múnich enfrente. Los de Guardiola son los actuales campeones y defienden el título con una serie de registros impecables. Baten récords jornada tras jornada y están en un momento de forma increíble. Así pues, mientras en As los calilfican de 'ogros', en el resto queda palpable que no es el rival idóneo para esta ronda. Aún con todo, en las encuestas que, hasta el momento han registrado votos en MD y Marca, los bávaros no parecen ser tan temidos por los aficionados.

CLÁSICO, DERBI, REGRESOS, VENGANZAS...

Si algo queda claro en este sorteo de la Champions es que el morbo está asegurado. Que el cruce sea entre Barça y Madrid y suponga otros dos Clásicos más en esta temporada (cinco en total); que el emparejamiento una a los dos máximos rivales de Alemania; que sean los equipos de la capital madrileña los que se vean las caras una vez más; que Morinho vuelva con el Chelsea al Bernabéu (Torres al Calderón, Guardiola o Ibra al Camp Nou, Courtois a Stamford Bridge, etc., etc.); o las venganzas modernas (como que el Barça devuelva la goleada que le endosó el pasado año el Bayern o el Madrid se vengue del Borussia) y no tan modernas (al Atlético todavía le escuece la herida de Heysel ante el Bayern o el propio conjunto alemán ante el Manchester y esa final perdida in extremis).

Sea como sea, a partir de ahora no hay rivales fáciles. El que quiera ganar la orejuda deberá pelear fuerte y sudar mucho para tan ansiado título. 180 minutos más para seguir soñando, para que las aficiones se vistan con sus mejores galas y animen desde todos los puntos de Europa a sus favoritos. Ocho equipos y un sólo vencedor. Por delante, un sorteo el próximo viernes y dos partidos más para acariciar el cielo del balompié. Que suene la música de la Champions bien fuerte, porque estos ocho equipos nos van a brindar cuatro duelos de infarto. Sean los que sean. Jueguen contra quien jueguen. Que empiece la fiesta del fútbol europeo.
     

miércoles, 19 de marzo de 2014

Mi once para el Clásico (y resultado)

Pablo Orleans | Las cábalas aumentan conforme se acerca la fecha. Quién ganará, quién marcará, cuál será el resultado, habrá o no polémica, cuáles serán los onces de ambos equipos, etcétera, etcétera, etcétera. De momento, todas las apuestas son meras especulaciones. No sabemos si ganará el Madrid o el Barça, no sabemos, aunque se pueden intuir, los onces de los dos equipos, no tenemos ni la más remota idea de quién marcará ni en qué minuto, no sabemos nada, bueno, nada de nada no, porque, visto como está la tabla, huele un poco a polémica y triquiñuelas durante el lance (y todas esas cosas). Yo no sé por quién se decidirá el Tata Martino para el asalto al Bernabéu, pero voy a ofreceros (al que le interese) mi once del conjunto culé. El once que yo pondría para intentar ganar en el coliseo blanco.

Imagen | Futbolerosanonimos.com

Valdés: Lógicamente, en la portería manda La Pantera de Hospitalet. Valdés es la seguridad, la concentración, los reflejos y un pilar básico en el juego del FC Barcelona. En él se inician numerosas jugadas, aunque intuyo que en el Clásico lo va a tener complicado ya que el Madrid presionará arriba para intentar la salida fácil del balón de los azulgrana.

Alves: El lateral derecho es propiedad del brasileño. Alves, o uno de los que le abriría las puertas del Camp Nou a final de temporada, está jugando perfecto de un mes a esta parte. MotoGP inició la temporada con el motor tocado, pero poco a poco la puesta a punto está dando resultados. Sube la banda una y otra vez con peligro y velocidad. Si bien es cierto que en el Bernabéu deberá vigilar más su espalda con Cristiano o Bale por su banda, con su continua presencia en el ataque culé, el brasileño es una baza más para sorprender por el costado derecho.

Piqué: Muchos critican el nivel demostrado por Piquenbauer en la actual campaña. Que queréis que os diga. Para mí, ver al central culé en el centro de la zaga me da seguridad. Es de los pocos en el Barça con altura para los balones aéreos y con gran calidad para sacar el balón jugado. Cierto es que parece haber perdido un punto de velocidad, pero los años le están potenciando la posición en defensa y la autoridad de la línea defensiva. Además, puede ser una alternativa para subir en un momento de necesidad goleadora en el tramo final del partido.

Mascherano: Llegó como mediocentro defensivo y Guardiola lo reconvirtió, por necesidad, a central. Desde entonces, El Jefecito demuestra con poderío, garra y carácter, que es un gran central. Sus 174 centímetros lo hacen más vulnerable por alto, pero su filosofía y compromiso hacen del argentino un defensor completo que da el cien por cien en cada partido. Un buen complemento para Piqué en el centro de la defensa.

Alba: El nivel de Jordi Alba está fuera de toda duda. Su rápidez y su rendimiento defensivo son las claves del lateral zurdo, uno de los mejores jugadores en su puesto en el mundo. Además, La Motoreta conjuga su buen oficio atrás con desborde, verticalidad y llegada en ataque, que lo convierten, al igual que en el caso de Alves en un peligro para la defensa rival con sus apariciones y en un punto flaco en la defensa del Barça si no está atento a su espalda.

Busquets: Uno de los hombres que menos ruido hace de la plantilla del Barça pero una pieza fundamental para todas las jugadas del equipo barcelonés. Su labor, inconmensurable, es el inicio de la elaboración en el ataque y el muro que necesita el Barça al defender. El Pulpo de Badía es el jugador que todo el mundo quisiera tener en su equipo. Un apoyo fundamental en todos os lances del juego. A pesar de sus 189 centímetros, no es un maestro en el juego aéreo, pero probablemente el éxito o el fracaso del Barça en el Clásico estará, en gran medida, condicionado por el papel que Busi haga en el partido. 

Xavi: El cerebro del equipo. Si Xavi funciona, el Barça funciona. Marca el tiempo como el mecanismo perfecto de un reloj suizo domina el segundero con exactitud. Probablemente estará marcado muy de cerca por los medios merengues, pero si el Barça consigue la posesión, Humphrey Bogart la tocará una y otra vez hasta que un pequeño hueco se abra en la defensa del Madrid. Si tiene espacio para disparar a puerta, debería hacerlo.

Fàbregas: Continuamente criticado, Cesc es la movilidad en el centro del campo. El de Arenys de Mar es un jugador diferente. A pesar de haber crecido con el título de 'el nuevo Xavi', Fàbregas ofrece al Barça una multitud de alternativas que ningún otro ofrece. Desmarques, llegadas, creación, magia. El centrocampista puede ser una pieza clave para mover al equipo, darle ese plus de velocidad en el juego y el último pase o la definición. 

Iniesta: El mago de Fuentealbilla estaría, en mi once del Clásico, en la banda izquierda del ataque culé. Brilla en cualquier posición de mitad de campo hacia arriba, pero allí, parando el juego, desbordando, dejándola atrás, pasando o tirando puede hacer mucho daño al conjunto madridista. Bailaría con Arbeloa o Carvajal, laterales competentes pero, en el caso de uno, mucho oficio y pocas nueces, y en el caso del otro, todavía le faltan minutos en este Madrid. Iniesta puede ser decisivo en la banda, entrando al interior y dejando espacio para Alba, con opción de pase o tiro desde fuera del área. 

Pedro: Pasó de Pedrito a Pedro en cuestión de meses. Ahora está afianzado en un Barça con mucha competencia para dos posiciones. Pero sigue dando la talla y haciendo grandes encuentros. Ha pasado a Don Pedro. Estaría en mi once aún sabiendo que el canario depende mucho de cómo sea su día. A veces irregular, si está enchufado es un peligro constante. Si no tiene su día, participa poco y acaba perdido en la banda. Espero que esté a punto y pueda ser la velocidad en ataque para la banda derecha.

Messi: Parece haber encontrado las buenas sensaciones después de una temporada atípica. El tipo que, como Cristiano, puede desequilibrar la balanza hacia uno u otro lado. Desborde, agilidad, regate, velocidad, disparo y gol, El Messias debe ser el de siempre. Con mi equipo, no me gustaría que bajase tanto a recibir, pero supongo que, tanto Pepe como Ramos estarán muy atentos del argentino y deberá bajar a recibir el balón en más de una ocasión. Ése puede ser el momento de Cesc de buscar el espacio sorprendiendo desde atrás. Messi llega a punto, probablemente en el mejor momento de esta temporada. Y eso es un alivio para los seguidores culés.

El resultado: Aunque es muy difícil adivinar un resultado en un partido como el del domingo, me lío la manta a la cabeza y apuesto por un 1-2 del Barça. Quizá me traicione el corazón blaugrana, pero confío plenamente en el equipo del Tata. Creo que el Madrid, líder en solitario de la Liga y -como ya escribí en este espacio- con presión añadida, puede verse superado por la situación y cometer algunos errores cruciales. También le puede pasar al Barça, cierto es, pero confío en que no. Así pues, esta es mi apuesta para el Clásico. ¿Cuál es la vuestra?
     

lunes, 17 de marzo de 2014

Otra lección de fútbol y un aviso a navegantes de blancas banderas que yerguen sus cabezas por lideratos provisionales

Pablo Orleans | Lección de fútbol en mayúsculas, con toque, rapidez de movimientos, calidad, verticalidad y presión. Quizá, enfrente, en el combate, no estaba el guerrero que se luce en su casa y ataca con ganas en su feudo, cierto es, pero el hecho es que con la daga bien afilada, como la tenía el conjunto blaugrana el domingo, poco se puede hacer. Demostrando que los intentos fallidos de desestabilizar quedan en agua de borrajas cuando los bajitos se enfadan, los del Tata Martino dieron un golpe sobre la mesa ante tantas especulaciones soñadoras de un cambio de ciclo repentino. Y Osasuna fue la víctima. Un contundente siete a cero que vaticina una semana interesante y llena de declaraciones de cara al Clásico del próximo domingo a las 21 horas. Ahora, y en la misma situación que una semana atrás, ¿en quién recae la presión? Para algunos, el Barça tiene perdida la Liga (y dependiendo de lo que suceda en el Bernabéu así será), pero hasta esos 90 minutos de infarto y corazones en un puño, ¿quién tiene más presión? 

Imagen | Ibtimes.com

Por un lado, y echando la vista a esta última jornada, los de Ancelotti sufrieron para llevarse los tres puntos de La Rosaleda. Su fútbol no fue impecable y sólo el golpeo salvador de Ronaldo hizo que la balanza se decantara para el lado madrileño ante un Málaga en horas bajas. Decimocuartos y tres puntos sobre los puestos de acceso a la Categoría de Plata, el conjunto andaluz plantó cara ante su gente en un duelo en el que ganó el poderío cristiano del Madrid. Mientras tanto, en un ambiente más cómodo como el que ofrece el jugar en casa, el conjunto del Tata dio una lección de fútbol que, para algunos fue un reflejo de lo que un día este equipo fue y, para otros, es el estilo que nunca ha perdido el Barça y que por ello se encuentra en la final de la Copa del Rey, en los cuartos de final de la Champions y vivo en la liga doméstica.

Por otro lado, si bien algunos dicen que el conjunto culé está fuera de la puja por la Liga, significa que no tiene ningún tipo de presión para el Clásico. Por supuesto, los azulgranas quieren ganar y saldrán a ganar, pero la pugna del Real con el Atlético por esa Liga a la que no opta nadie más, hacen de los equipos de la capital los únicos conjuntos con presión. El Barça, como algunos se han cansado de repetir, está fuera de la lucha y no tiene nada que perder. No así su próximo y eterno rival.

Por último, el Real Madrid juega ante su público, en su estadio y ante su máximo rival. Ésa es mucha presión para un conjunto que viene de sufrir ante un Málaga herido y juega contra un Barça que volvió a dar un recital con goleada incluida. 

De este modo, como dice la Real Academia Española de la Lengua, la fuerza o coacción que se hace sobre una persona o colectividad, la tiene el equipo blanco, que debe ganar sí o sí para no complicarse el liderato, ante su público y contra un equipo que todavía no ha dicho su última palabra.

jueves, 13 de marzo de 2014

Se bailó y se ganó

Pablo Orleans | Dicen de la danza que es un arte donde se utiliza el movimiento del cuerpo como forma de expresión. El Barça, en la noche de hoy, ha bailado. Por momentos su movimiento era suave, marcando el ritmo, sin movimientos bruscos. Danzaba con soltura, llevando la batuta y el paso de una coreografía pulida en años de práctica, cuan Gene Kelly ejecutando un paso de claqué, sin errores, teniendo claro cuál es el siguiente movimiento. También dicen de la danza que se realiza, usualmente, con música. La música sonó al inicio. La contundente melodía de la Champions resonó con fuerza en el Camp Nou, presagiando una batalla que se tornó en capoeira brasileña en cuanto el colegiado francés dio comienzo al choque.

Lionel Messi supera a Kompany

Uno de los movimientos de baile entre Messi y Kompany. Imagen | Mundo Deportivo
Los primeros acordes presagiaban una obra de arte, un baile celestial que recordaba a los años de gloria de la orquesta culé. El colectivo azulgrana llevaba la iniciativa mientras su pareja intentaba seguirlos de cerca. Más a destiempo que al son de los del Tata, los celestes de Manchester pisaban, una y otra vez, los pies de su pareja, impidiendo realizar giros completos. Pero el Barça siguió a lo suyo. La batuta de Xavi, escoltada por Busquets, funcionó para llevar el tempo, mientras que Iniesta y Messi llevaban la voz cantante. Creaban, llegaban y hacían temblar los tacones del compañero cada vez que se disponían a ejecutar uno de sus pasos. Pero el jurado, el juez de turno de la vecina Francia, no supo valorar la ejecución blaugrana y erró en dos ocasiones para impedir -de momento- que el minipunto sumase a los de casa. La torpeza inglesa de Lescott arrolló al sutil molinete de tango del argentino Messi y el rápido movimiento de Alba fue mal percibido por el galo, por lo que los de la Ciudad Condal fueron a descansar con una gran faena, pero un resultado escaso.

La reanudación musical, con la misma pareja de baile, comenzó atravesada para los culés. El City agarró con fuerza las vestiduras azulgranas y zarandeó al conjunto catalán, desestabilizándolo sin tirarlo. Los ingleses salieron con más ganas y llevaron la iniciativa. Pero, tras un veinte minutos a expensas de los isleños, los locales golpearon en el momento más dulce de su pareja. Messi, frente a Hart, la elevó con clase y el equipo de Manchester resbalaba y doblaba una pierna en el envite. Pero no bajó los brazos y lo siguió intentando con su peculiar Morris Dance, ataviados con palos y espadas para afrontar el resto de la danza. Y tampoco obtuvieron recompensa cuando, poco después, el juez francés desvió la atención de una infracción de Piqué ante Dzeko. Nada. La pena máxima fue la expulsión de Zabaleta por unas protestas comprensibles que representaban, más que la intención de remontada, la impotencia de un equipo que bailó bien pero sin maestría. Kompany equilibraba el duelo pero, al final, la seguidilla manchega de Iniesta hizo el resto y sentenció un baile que, no sé si habrá callado algunas bocas, pero que ha dejado claro que el Barça va a seguir bailando lo que resta de temporada. Y también ganará.        

miércoles, 12 de marzo de 2014

20.45 | Hora de bailar

Pablo Orleans | La historia siempre la escriben los vencedores, por mucho que la situación no haya sido favorable. El que se lleva la gloria, cuenta su versión, que se torna en la versión verídica. Los hechos son los hechos, pero el entramado de circunstancias que llevan a esa victoria, dormita bajo el olvido y prevalece el resultado. Quién ganó frente a cómo ganó. Quién ganó frente a cómo estaba cuando ganó. Quién ganó frente a cómo estaban los demás cuando ganó. Al final de cualquier hecho histórico, lo importante es el quién. Ganó el bando franquista; ganó Fermín Cacho; venció David a Goliat; ganó Grecia una Eurocopa; Ganó Rajoy las elecciones. Ganaron, y eso es lo que a muchas personas les importa, lo que al final importa. El Madrid ha ganado nueve veces la máxima competición europea y el Barça cuatro. Eso importa. Al final, quién ganó y cuántas veces ha ganado. 

Imagen | Mundo Deportivo

Es por ello por lo que hoy, el Barça, debe empezar a escribir su historia, la historia de esta temporada. Proteger el caparazón con más fuerza y mantenerse unidos bajo el manto protector de su fútbol de toque, de su trato del balón, de sus triangulaciones imposibles, de la eterna posesión, de la agobiante presión y del estoque más amargo de quien lo recibe. Dejar de mirar de puertas afuera y no apreciar los sutiles comentarios que intentan desestabilizar. Que tras una fuerte caída, tras un duro tropezón, levantarse con la sangre y las heridas aún tiernas, y hablar con la piel y el cuero y ante el mundo entero, demostrar que -de momento- el Barça no ha muerto.

Que sea hoy ante el City, y en los próximos partidos, cuando los del Tata Martino recuperen esa flor que se apagó en el invierno y se levanta con el calor. Que Leo baile mil tangos sobre los verdes de España (y Europa), que la sardana de Xavi lleve el ritmo, la samba de Neymar ponga la chispa carioca y que Iniesta mueva las caderas y los pies como se hace en las seguidillas manchegas. Que el Barça emule a Jackson y los muertos vivientes bailen. Porque si les han matado, verlos levantarse va a ser muy duro para los que ya no los creían en este mundo. Y hoy, a las 20:45 horas, el Barça puede resucitar y devolver la confianza a unos y callar la boca de otros. Pero, para eso, hace falta bailar. Y bailar bien. Y ganar.
      

lunes, 10 de marzo de 2014

Todavía queda Liga

Pablo Orleans | Para ser sincero, no vi el partido del pasado sábado. Y, por lo visto, leído y oído, me alegro. El Barça no jugó bien y el Valladolid, hasta entonces en los puestos de descenso, planteó mejor el partido y se llevó el gato al agua. El equipo del Tata, ahora tercero a tres puntos del Madrid y a uno del Atlético, se llevó un duro golpe esta semana. Pero se llevó un golpe que no le ha sentenciado. Muchos blogs y diarios deportivos comentan que el Barça ha tirado la Liga en Pucela. Nada más lejos de la realidad. El equipo azulgrana tiene margen, calidad y profesionalidad para reducir esa distancia y colocarse de nuevo como líder de la Liga BBVA.

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Imagen | As.com

Aunque se dramatice y se acuse al Barça del Tata, aquellos que dicen que el Barça ha perdido la liga a falta de doce jornadas por disputarse, entienden poco de fútbol. 36 puntos en juego y 1080 minutos de fútbol por delante para darle la vuelta a la tortilla. Entre ellos, dos choques directos ante el Madrid en el Bernabéu (en sólo dos jornadas) y ante el Atlético en el Camp Nou en la última jornada de esta temporada. Además, las visitas a El Madrigal ante el Villarreal y al campo vecino en el derbi catalán frente al Espanyol serán los dos partidos difíciles, a priori, del conjunto de Martino fuera de casa y la visita al Camp Nou de un Athletic en progresión.

Pero sus rivales directos tampoco se libran de enfrentamientos fuertes lo que resta de temporada. El líder tiene por delante un calendario en el que además de enfrentarse al Barça en el Bernabéu, tendrá que viajar a Sevilla (contra el Sevilla FC), Málaga, San Sebastián y Valladolid y recibir en su feudo a Valencia y a un siempre molesto Osasuna. Por parte de los de Simeone, su calendario se complica en las visitas que deben hacer de aquí a final de temporada. La Catedral, Mestalla y Camp Nou, que se dice pronto. Villarreal y Málaga serán los rivales más fuertes que irán al Calderón.  

Las cartas están sobre la mesa. El Madrid, líder, tiene en su poder y en su mano llevarse el título liguero. Pero queda tanta competición y tantos minutos por disputarse que del mismo modo que es muy aventurado afirmar que el conjunto blanco ha ganado la Liga, lo es decir que el Barça la ha tirado. Y más, sabiendo que en esto del fútbol puede pasar cualquier cosa.

jueves, 6 de marzo de 2014

Hacen falta más Carles Puyol

Pablo Orleans | De Puyol se ha dicho todo, o casi todo. Se va. Deja el club en el que ha pasado media vida y que ha defendido a capa y espada (y con nivel) durante más de una década. Desde su debut en Zorrilla en octubre de 1999, el de La Pobla de Segur ha sido el estandarte del mejor Barça de la historia. El capitán de uno de los equipos que mejor fútbol ha creado; el cerrojo de una puerta de oro; el pelo de Sansón; el corazón de una maquinaria perfecta. El motivador del equipo en sus horas bajas abandona el Camp Nou para, quién sabe, medir sus fuerzas en un barco de menor calado pero con las arcas llenas de oro. Y hace bien. Puyol, inteligente, deja el escudo de su vida, pero no lo abandona. Sus últimos meses en el club han catapultado una decisión natural y que 'Tiburón' tenía que tomar. Las lesiones y la edad han mermado a un futbolista cuyo potencial era el físico y cuya seña de identidad es el compromiso.

Y deja el Barça porque ya no es el que era. Su compromiso es tal que, lejos de agotar el contrato que le resta y aguantar hasta la jubilación de banquillo en banquillo por España, asume su situación y deja vía libre a los que llegan, sin que la presión por su presencia se convierta en un suplicio para el gestor del vestuario. Y como un toro indultado, Puyol seguirá su camino en un terreno más agradable. Deja el ruedo en lo alto, haciendo una de las mejores carreras posibles y mandará tranquilo en otro verde, donde esperará para dejar el fútbol de corto.

Y como dijo Piqué, nunca habrá otro Puyol en Can Barça, pero lo que él ha enseñado a las generaciones venideras, hará que muchos chavales que se forman en La Masía (y en todo España) vean en él un espejo al que mirarse. Un ejemplo de esfuerzo, de valores, de trabajo, de garra, de compañerismo, de sacrificio, de pundonor y, sobre todo, de persona. Porque en el fútbol hacen falta más Carles Puyol.