miércoles, 21 de mayo de 2014

Las claves de un nuevo Barça

Pablo Orleans | Con la temporada terminada, el ciclo en pausa y ningún gran título en las vitrinas, el FC Barcelona está en el punto de mira de todos los grandes críticos futboleros que rellenan columnas de juicios de valor acerca de una campaña nefasta en la que el conjunto culé llegó a unos cuartos de final de Champions League, a la final de Copa y con opciones hasta el último minuto de una de las Ligas más disputadas de la historia. Los eruditos supremos del balompié abarrotan los periódicos vistosos del país avasallando al equipo azulgrana que, si bien es cierto que no hizo un gran juego y la temporada no es para enmarcar, no ha cosechado un resultado tan nefasto como señalan, más después de las decenas de circunstancias deportivas y extradeportivas que menguaron a la plantilla y el estilo al que nos tenía acostumbrados el conjunto de la Ciudad Condal.

Imagen | Blaugranas.com

Pero es el momento de hacer cambios. Grandes cambios. Así, empezando por el banquillo, el Barça recurre a una estrategia que le llevó a la gloria hace unos años. Optar por un hombre de "la casa" para capitanear el nuevo proyecto. Un hombre con carácter, culé hasta la médula y que ha conseguido un gran resultado con su anterior club, el Celta de Vigo. Luis Enrique es el hombre que recogerá el testigo de un atacado Tata Martino y durante las dos próximas temporadas pondrá las pautas para reactivar el ciclo pausado de un Barça que muchos quieren cerrar antes de tiempo. Pero no se equivoquen, este ciclo todavía no ha terminado. Y no ha terminado por una simple razón. El grueso del equipo sigue siendo el mismo, y el estilo que creó un antes y un después sigue estando vigente. Cierto es que hay que pulir un par de cosas y reforzar algo el plantel, pero la filosofía de los Xavi, Iniesta, Fàbregas, Piqué, Messi, Pedro y compañía, no se va a terminar porque unos cuantos pelagatos con miles de lectores, oyentes o espectadores quieran que se acabe. Se terminará cuando estos jugadores que se lo han dado todo al Barça, a la Selección española y al fútbol en general, jueguen su último minuto en un terreno de juego. Mientras tanto, a este modo de hacer fútbol todavía le queda vida. Seguro.

Imagen | Enko-football.com

Y en los refuerzos está la clave. Con Ter Stegen en la portería, el guardameta alemán llamado a ser uno de los grandes porteros del fútbol mundial, tendrá la ardua tarea de suplir no sólo al gran Víctor Valdés, sino de defender una de las porterías más complicadas de este deporte. 

Pero si algo hay que reforzar con celeridad y mesura es la defensa. Dos centrales de nivel y un lateral derecho que aseguren una defensa férrea con proyección atacante en las bandas. Así, Alves se caería de mi lista.

En el centro del campo, la llegada de Rafinha es una gran noticia. El menor de los Alcántara ha consumado una grandísima temporada en Vigo y llegará a Barcelona sumando calidad en el centro. Quizá sería hora de darle salida a Song y reforzar el mediocentro defensivo con una figura que dé descanso con garantías a Busi.

Imagen | Vavel.com

Y en el ataque, la llegada de Deulofeu abarrota una delantera con efectivos pequeños de sobra. Pedro, Alexis, Neymar, Messi, Tello y Deulofeu sería el sexteto atacante para la próxima campaña. Pero si algo necesita este Barça con urgencia es un nueve puro. Un delantero centro que sujete a los centrales y que tenga claras opciones en los balones por alto. Una opción necesaria para un equipo que cuenta en sus partidos con posesiones monopolísticas y rivales encerrados. 

Es necesario un Barcelona mejorado, un Barcelona reforzado. Con la misma filosofía, con el mismo gusto por el trato de balón. Pero un Barcelona con alternativas. Con un equipo equilibrado que ataque según se plante el adversario al frente y que pueda desatascar amasijos de piernas de diferentes opciones. Pero, sobre todo, el Barça necesita un cambio de mentalidad, un giro de confianza y de carácter. Y creo que el equipo culé ha dado en el clavo. Luis Enrique debe ser la pieza fundamental del nuevo Barça. El Cholo de la Ciudad Condal. La figura que le implante a la plantilla su propio modus vivendi. Una forma de ser y de hacer. El mismo temperamento que lució en los campos de fútbol con el 21 a la espalda. Ésa será la clave del nuevo Barça.
     

jueves, 8 de mayo de 2014

Qué pasará, qué misterio habrá...

Pablo Orleans | Que la Liga está loca, nadie lo discute. Que hasta el último minuto de la última jornada, no hay nada decidido, está más claro que el agua. Que este año puede pasar cualquier cosa, es algo a la orden del día. Que hasta el equipo más desahuciado en el último mes, hasta el equipo más criticado, y el equipo que más burlas ha recibido en los últimos tiempos, pueda optar a un título liguero, explica cómo de majareta está la competición doméstica en España. Y es que, hasta hace una semana (escasa), nadie daba un duro por el FC Barcelona. Habiendo empatado en el Camp Nou ante el Getafe y esperando las victorias de Madrid y Atlético al día siguiente, la pasada noche del tres al cuatro de mayo los del Tata Martino bajaron del todo los brazos y dieron por cerrada una campaña nefasta para los intereses blaugranas. 


Pero, una insólita alineación de astros el día de la madre, de la madre que parió a levantinistas y chés, hizo que las esperanzas aumentaran exponencialmente en las calles de la Ciudad Condal y, de nuevo, el conjunto catalán optase a disputar la Liga. Primero, la derrota del Atlético de Madrid en el Ciudad de Valencia acercaba a los blancos de la capital el triplete con el dulce de la ansiada décima como guinda de un pastel que se completaba con la nefasta campaña culé y el posible castigo a colchoneros en la final de Lisboa. Barcelonistas todos se lamentaban por la oportunidad perdida ante el Getafe de poder estar en la pugna. Pero ahora eran los eternos rivales los que tenían la sartén por el mango. Y de este modo, mientras los azulgrana animaban a valencianistas para poder depender de sí mismos, atléticos rezaban porque sus eternos rivales ganasen el lance y depender de sí mismos.  Y el empate llegó. Y ahora todo estaba en manos del Madrid que, con un partido menos, podía presionar al Atleti para que fallase ante el Málaga y ponerse por delante.


Pero antes, los de Ancelotti debían doblegar en Zorrilla a un Valladolid que se juega el todo por el todo para mantenerse en Primera. Y de nuevo, los astros, le hicieron un guiño al Barça y el conjunto blanco cayó (con un empate) en Valladolid, dándole al equipo de Martino un 'extra ball' que le añade a la lista de los que dependen de sí mismos junto al Atlético. Y ahora, con esta situación, se presenta lo que probablemente será uno de los finales de Liga más emocionantes de la historia del fútbol español. Con tres equipos con opciones y con un partido final entre culés y colchoneros en el Camp Nou que, probablemente, decidirá todo. 


Hasta entonces, en la jornada que queda antes de finiquitar la competición loca del año (después del bipartidismo futbolístico de los últimos años ya era hora de que entrasen más competidores a las pujas), la penúltima jornada nos deja un Elche - FC Barcelona en el que ninguno ha dicho su última palabra y ambos tienen mucho que ganar o perder, un Atlético - Málaga en el que andaluces todavía no están salvados y necesitarían un punto para confirmar la salvación y un Celta - Madrid en Vigo en el que los de Luis Enrique están salvados pero el culé podría trazar el mejor de los guiones para descartar al Madrid de la lucha por el título y darle a su exequipo y posibles futuros jugadores un ingrediente más para salvar la aciaga temporada.


Y ya sabemos que puede pasar de todo. Que nada está escrito y que son los tres equipos de arriba los que cada fin de semana están escribiendo una línea más de su historia particular y de la historia del fútbol español. Atleti y Barça lo tienen en sus manos. Pero el Madrid difícilmente bajará los brazos. Elche, Málaga y Celta también tienen algo que decir. Y si todo sigue igual, el final de esta Liga se decidirá en Barcelona el domingo 18 de mayo. Quién sabe lo que sucederá. Que ruede el balón para salir de dudas. 

miércoles, 16 de abril de 2014

Que comience el espectáculo

Pablo Orleans | Todo está preparado para una de las finales descafeinadas más esperadas del año. Valencia está lista. Las aficiones, engalanadas con sus colores, dan vida a la capital del Turia que será testigo de un choque de gigantes. Barça y Madrid se enfrentan de nuevo, en apenas tres horas, para intentar conquistar el primer gran título de la temporada. Un duelo a muerte en el que los eternos rivales se medirán sin el cien por cien de sus efectivos para doblegar y, porqué no, rematar al enemigo íntimo. Una noche de gloria para uno y de fracaso para el otro que podrá suponer una estocada mortal para el derrotado. Las cartas sobre la mesa y el guión todavía por escribir. Sin algunos actores principales pero con la misma tensión de siempre, la suerte está echada para anotar otro epígrafe a la historia del fútbol español.

Imagen | Infodeportiva.com

Con un Barça muy mermado en la zaga pero con la punta de la lanza bien afilada para la ocasión, el Real Madrid se supone más favorito a pesar de la baja de Ronaldo. Los culés, que vienen de una dolorosa derrota en Granada que alejó mucho sus opciones al título de Liga, tienen ante sí presumiblemente la única oportunidad para salvar una temporada aciaga en el tramo final. Numerosas e importantes bajas en una defensa descuidada por Martino es el mayor temor de los seguidores azulgrana que tienen del centro del campo en adelante su única esperanza para conseguir el título copero. La posesión y la movilidad rápida del balón en tres cuartos de campo deben ser las claves para el FC Barcelona.

Por su parte, los de Ancelotti llegan más motivados. Llegan con la segunda plaza liguera en su mano y con posibilidades en la Champions. Llegan más crecidos a pesar de la ya comentada baja del portugués. Y tienen motivos. Ahora es el turno de Bale para los madridistas que, sin Cristiano, debe tirar del equipo en ataque. El galés debe ser el estandarte del conjunto blanco y en el que todos posan sus esperanzas. A pesar de la irregularidad de su juego, el británico puede ser determinante en las jugadas rápidas a la contra. Un Madrid sin tanta necesidad de resultados que jugará sin tanta presión la final.

Todo está listo. La claqueta dará comienzo y los focos se centrarán en el verde de Mestalla y en los 22 jugadores que lucharán por llevarse la gloria. Y como ocurría en la arena romana, sólo uno quedará en pie y levantará el trofeo. Xavi o Casillas elevarán la copa al cielo levantino. Xavi o Casillas rozarán una vez más la gloria española. Xavi o Casillas harán que el otro vea cómo le han arrebatado la gloria. Que comience el espectáculo. 

 

jueves, 10 de abril de 2014

1-0 | Ganó el mejor, pasó el que lo buscó

Pablo Orleans | En el fútbol, como todo en la vida, existen ciclos. Los ciclos tienen un comienzo y también un final. Comienzan con algo nuevo, ilusionante y fulgurante. Y terminan de la peor forma posible en el mayor de los casos. Terminan con un final trágico, con un cambio de poder. Con derrotas dolorosas. Pero, sobre todo, terminan por falta de ambición, de ganas, de motivación. Cuando ya lo has ganado todo, cuando te has acomodado y tus fuerzas menguan con el paso del tiempo, tu final se acerca. Y se avecina cuando las ideas nuevas no llegan y la filosofía se estanca, no avanza. Cuando llega alguien desde atrás con una filosofía renovadora, vanguardista y llena de ambición, de ganas, de motivación.

Leo Messi se lamenta tras una ocasión fallada

El Barça de anoche nos regaló numerosos tintes de decadencia, de desgaste. Nos regaló los peores 45 minutos de la temporada. Un equipo sin ideas, con una retaguardia desordenada, perdida, abandonada. Un ovillo completamente deshilachado cuyos hilos se extraviaban en el perfecto entramado rojiblanco que, una y otra vez, amenazaba con desastre catastrófica. Media hora de imprecisiones dignas de cadetes mal adiestrados que ponían el corazón en un puño tanto a culés acongojados como a colchoneros ilusionados. Un gol y tres maderas para dejar claro quién estaba poniendo contra las cuerdas a quién. La primera parte dejó claro que la teoría azulgrana tiene taras. El equipo de Simeone le sacó los colores a los pupilos de un Tata previsible y atemorizado. Ni las vacas sagradas aparecieron ni el sistema funcionó. Los centrales, lentos e imprecisos, formaron un tridente cardíaco con un Pinto que se complicó demasiado. Los del Cholo, acompañados de un graderío envidiable, pusieron en serios apuros al mejor equipo de la última década venido a menos. 

No existen las excusas de las lesiones de Piqué o Valdés. Bartra, que fue de lo mejor del Barça tras esa media hora para olvidar, no puede suplir sin apenas jugar la posición de un central en la fase clave de la temporada. Martino ha pecado y el equipo lo está pagando. Pinto, inseguro bajo palos; Mascherano, lento; Busquets, superado; Xavi, perdido; Iniesta, impreciso; Neymar, negado; Fábregas, apático y Messi, desaparecido. Sólo se salvan un mediocre Alves que centró sin demasiado acierto, un Bartra de menos a más y un rápido Alba. Pedro, injustamente tratado por el técnico argentino, veía el espectáculo rojiblanco desde el banco para entrar cuando el ánimo de sus compañeros sobre el césped ya estaba de capa caída.

Koke y Villa

Y así pasó el encuentro, con un 1-0 que podría haber sido un resultado de escándalo en los primeros 30 minutos. El Barça demostró un poco de ambición al inicio del segundo tiempo, pero fue un espejismo hasta que la entrada de Diego Ribas y la recuperación física de los del Cholo hicieron que la presión volviera y la perfecta disposición defensiva del Atlético unida a una intensidad a la altura de la cita de ayer, el conjunto de la capital de España se llevase el partido y la eliminatoria. 

El Atlético y sus aficionados nos regalaron una gran noche de fútbol. Nos dieron las claves de lo que debe ser un equipo en el futuro. Quizá no acaben ganando ni Champions ni Liga, pero lo que están demostrando este grupo de jugadores este año es que con ganas y ambición y con un equipo unido y que rema en la misma dirección a las órdenes de un líder, se pueden conseguir grandes cosas. Y parece que en Can Barça se ha perdido la ilusión, la ambición y no existe un líder claro con el que remar a sus órdenes. 

Enhorabuena al Atlético de Madrid. Fueron los merecedores de la victoria y del pase a las semifinales de la Champions. Suerte.

Imagen | Mundo Deportivo

miércoles, 2 de abril de 2014

Sed un ejemplo

Pablo Orleans | Cuando millones de personas ríen contigo, sufren contigo, lloran contigo. Cuando eres el ejemplo de millones de niños a lo largo y ancho de este corrupto planeta. Cuando tus acciones repercuten en un grupo de personas, debes dar ejemplo. Debes comportarte como lo que se supone que eres. No como un sucio negocio donde sólo manda el dinero, y la política. No un ente de ideologías ni una entidad que arrasa. Y has arrasado. Y has hecho uso de tu poder para hacer política y dinero. Y te han pillado. Y debes pagar. Ahora debes ser un ejemplo, Barça. Para las generaciones que todavía no están corruptas, para esos niños que corretean por las calles de su ciudad con tus colores en su piel, en su inocente corazón. Que se despiertan cada mañana con la ilusión de ponerse tu camiseta. Que sueñan con ser parte de ti en el futuro, corriendo por el Camp Nou.

ImagenFcbarcelona.es

No hay 90 días. No hay tres meses para recurrir, porque no hay nada que recurrir. Es hora de dejar de lado tus influencias y tus contactos. Es hora de bajar la cabeza, aceptar el error y admitir que la has cagado, Barça. Ahora no están Laporta ni Rosell, lo sabemos. Y por eso es hora de cambiar el rumbo facineroso y pendenciero por el del buen comportamiento no sólo dentro de los terrenos de juego. Allí, en el césped, (y mientras no se demuestre lo contrario) tenemos a los mejores embajadores. Quizá Messi se descarrió alguna vez, pero en líneas generales ellos podrían optar a ser un buen ejemplo para esos muchachos que juegan a fútbol en las plazas de medio mundo.  

Y es hora de hacer un nuevo Barça. Sin grandes fichajes, sin grandes estrellas. Un equipo forjado por gente que ha mamado los colores, que se ha dejado la piel desde la infancia por oler el verde del Nou Camp fresco, recién cortado, lleno de aficionados. Ahora es el momento de la renovación. Y quizá vengan años grises, tristes, sin grandes títulos ni colosales celebraciones. Pero hay que empezar a dar ejemplo en un país en el que, por mal que suene, el fútbol es una de las pocas alegrías que tiene mucha gente cada semana. Sed los abanderados del deporte rey. Demostrad que no todo está perdido. Aprovechad esta sanción para cambiar la ley del fútbol, la ley del más fuerte, la del más poderoso, la del más 'Florentino'. Aprovechad la oportunidad que os brinda la FIFA en forma de castigo y explotad todavía más a las pequeñas estrellas de la casa. Demostrad que sois un ejemplo. Que podéis ser un ejemplo. Aceptad el castigo. No fichéis, no malmetáis. Y entonces podréis demostrar que el fútbol todavía no está del todo perdido. Que bajo los billetes morados existe un deporte de nobles, de nobles que se equivocan pero que saben rectificar. Un nuevo Barça con gente nueva, joven, de la casa.