lunes, 17 de marzo de 2014

Otra lección de fútbol y un aviso a navegantes de blancas banderas que yerguen sus cabezas por lideratos provisionales

Pablo Orleans | Lección de fútbol en mayúsculas, con toque, rapidez de movimientos, calidad, verticalidad y presión. Quizá, enfrente, en el combate, no estaba el guerrero que se luce en su casa y ataca con ganas en su feudo, cierto es, pero el hecho es que con la daga bien afilada, como la tenía el conjunto blaugrana el domingo, poco se puede hacer. Demostrando que los intentos fallidos de desestabilizar quedan en agua de borrajas cuando los bajitos se enfadan, los del Tata Martino dieron un golpe sobre la mesa ante tantas especulaciones soñadoras de un cambio de ciclo repentino. Y Osasuna fue la víctima. Un contundente siete a cero que vaticina una semana interesante y llena de declaraciones de cara al Clásico del próximo domingo a las 21 horas. Ahora, y en la misma situación que una semana atrás, ¿en quién recae la presión? Para algunos, el Barça tiene perdida la Liga (y dependiendo de lo que suceda en el Bernabéu así será), pero hasta esos 90 minutos de infarto y corazones en un puño, ¿quién tiene más presión? 

Imagen | Ibtimes.com

Por un lado, y echando la vista a esta última jornada, los de Ancelotti sufrieron para llevarse los tres puntos de La Rosaleda. Su fútbol no fue impecable y sólo el golpeo salvador de Ronaldo hizo que la balanza se decantara para el lado madrileño ante un Málaga en horas bajas. Decimocuartos y tres puntos sobre los puestos de acceso a la Categoría de Plata, el conjunto andaluz plantó cara ante su gente en un duelo en el que ganó el poderío cristiano del Madrid. Mientras tanto, en un ambiente más cómodo como el que ofrece el jugar en casa, el conjunto del Tata dio una lección de fútbol que, para algunos fue un reflejo de lo que un día este equipo fue y, para otros, es el estilo que nunca ha perdido el Barça y que por ello se encuentra en la final de la Copa del Rey, en los cuartos de final de la Champions y vivo en la liga doméstica.

Por otro lado, si bien algunos dicen que el conjunto culé está fuera de la puja por la Liga, significa que no tiene ningún tipo de presión para el Clásico. Por supuesto, los azulgranas quieren ganar y saldrán a ganar, pero la pugna del Real con el Atlético por esa Liga a la que no opta nadie más, hacen de los equipos de la capital los únicos conjuntos con presión. El Barça, como algunos se han cansado de repetir, está fuera de la lucha y no tiene nada que perder. No así su próximo y eterno rival.

Por último, el Real Madrid juega ante su público, en su estadio y ante su máximo rival. Ésa es mucha presión para un conjunto que viene de sufrir ante un Málaga herido y juega contra un Barça que volvió a dar un recital con goleada incluida. 

De este modo, como dice la Real Academia Española de la Lengua, la fuerza o coacción que se hace sobre una persona o colectividad, la tiene el equipo blanco, que debe ganar sí o sí para no complicarse el liderato, ante su público y contra un equipo que todavía no ha dicho su última palabra.

No hay comentarios: