jueves, 8 de mayo de 2014

Qué pasará, qué misterio habrá...

Pablo Orleans | Que la Liga está loca, nadie lo discute. Que hasta el último minuto de la última jornada, no hay nada decidido, está más claro que el agua. Que este año puede pasar cualquier cosa, es algo a la orden del día. Que hasta el equipo más desahuciado en el último mes, hasta el equipo más criticado, y el equipo que más burlas ha recibido en los últimos tiempos, pueda optar a un título liguero, explica cómo de majareta está la competición doméstica en España. Y es que, hasta hace una semana (escasa), nadie daba un duro por el FC Barcelona. Habiendo empatado en el Camp Nou ante el Getafe y esperando las victorias de Madrid y Atlético al día siguiente, la pasada noche del tres al cuatro de mayo los del Tata Martino bajaron del todo los brazos y dieron por cerrada una campaña nefasta para los intereses blaugranas. 


Pero, una insólita alineación de astros el día de la madre, de la madre que parió a levantinistas y chés, hizo que las esperanzas aumentaran exponencialmente en las calles de la Ciudad Condal y, de nuevo, el conjunto catalán optase a disputar la Liga. Primero, la derrota del Atlético de Madrid en el Ciudad de Valencia acercaba a los blancos de la capital el triplete con el dulce de la ansiada décima como guinda de un pastel que se completaba con la nefasta campaña culé y el posible castigo a colchoneros en la final de Lisboa. Barcelonistas todos se lamentaban por la oportunidad perdida ante el Getafe de poder estar en la pugna. Pero ahora eran los eternos rivales los que tenían la sartén por el mango. Y de este modo, mientras los azulgrana animaban a valencianistas para poder depender de sí mismos, atléticos rezaban porque sus eternos rivales ganasen el lance y depender de sí mismos.  Y el empate llegó. Y ahora todo estaba en manos del Madrid que, con un partido menos, podía presionar al Atleti para que fallase ante el Málaga y ponerse por delante.


Pero antes, los de Ancelotti debían doblegar en Zorrilla a un Valladolid que se juega el todo por el todo para mantenerse en Primera. Y de nuevo, los astros, le hicieron un guiño al Barça y el conjunto blanco cayó (con un empate) en Valladolid, dándole al equipo de Martino un 'extra ball' que le añade a la lista de los que dependen de sí mismos junto al Atlético. Y ahora, con esta situación, se presenta lo que probablemente será uno de los finales de Liga más emocionantes de la historia del fútbol español. Con tres equipos con opciones y con un partido final entre culés y colchoneros en el Camp Nou que, probablemente, decidirá todo. 


Hasta entonces, en la jornada que queda antes de finiquitar la competición loca del año (después del bipartidismo futbolístico de los últimos años ya era hora de que entrasen más competidores a las pujas), la penúltima jornada nos deja un Elche - FC Barcelona en el que ninguno ha dicho su última palabra y ambos tienen mucho que ganar o perder, un Atlético - Málaga en el que andaluces todavía no están salvados y necesitarían un punto para confirmar la salvación y un Celta - Madrid en Vigo en el que los de Luis Enrique están salvados pero el culé podría trazar el mejor de los guiones para descartar al Madrid de la lucha por el título y darle a su exequipo y posibles futuros jugadores un ingrediente más para salvar la aciaga temporada.


Y ya sabemos que puede pasar de todo. Que nada está escrito y que son los tres equipos de arriba los que cada fin de semana están escribiendo una línea más de su historia particular y de la historia del fútbol español. Atleti y Barça lo tienen en sus manos. Pero el Madrid difícilmente bajará los brazos. Elche, Málaga y Celta también tienen algo que decir. Y si todo sigue igual, el final de esta Liga se decidirá en Barcelona el domingo 18 de mayo. Quién sabe lo que sucederá. Que ruede el balón para salir de dudas. 

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