sábado, 23 de enero de 2010

BUEN JUEGO PARA TERMINAR LA PRIMERA VUELTA

Pablo Orleans | El partido de Zorrilla no iba a ser, a priori, un partido fácil a pesar de la diferencia posicional de ambos conjuntos en la tabla de la BBVA. Tampoco parecía que la diferencia de calidad entre catalanes y vallisoletanos fuese la diferencia que marcase el devenir del encuentro, y es que, a pesar de ocupar la cuarta posición por la zona baja, los pucelanos tienen un gran peligro en la zona que más 'vulnerable' hace al Barça: la delantera. Diego Costa era una amenaza real para una línea defensiva culé que ha pasado, en numerosos partidos, serios apuros y que, hoy en Valladolid, se presumía otro sábado de sustos constantes en la zaga.


El Barça volvió a hacer historia, esta vez, propia.

Pues no ha sido así. Algún susto defensivo en un principio que se ha disipado como pastilla efervescente en agua tibia ha convertido el temor de Guardiola en los primeros minutos del partido en una tranquilidad plena. Y es que, si al minuto 19 el Barça estaba defendiéndose con uñas y dientes para no encajar un gol, en el 21 ya gozaba de una ventaja de dos goles y de la serenidad de saber el encuentro controlado. Así ha sido. El Barça ha gozado de un partido tranquilo, sin sobresaltos. El balón era suyo y las ocasiones se sucedían constantemente con lo que los pupilos de Pep han disfrutado de un entrenamiento que, en la segunda mitad, ha servido de prueba de posiciones y alternativas para el entrenador azulgrana.

De este modo, el Barça se corona como campeón de invierno invicto hasta el momento y vuelve a hacer historia, esta vez, propia. Ese es, a partir de ahora, el objetivo que se tiene que marcar el equipo blaugrana. Batir récords y más récords para mantener la ambición intacta. Buscar nuevos alicientes para mantener viva la llama del buen juego y de las victorias, del fútbol total y directo. Así ha sido hoy con los tantos de Xavi y Alves. Fútbol directo y total, más propio de equipos contragolpeadores que del Barça de los últimos años: otro registro más a tener en cuenta...
El de Messi, la guinda del pastel. El pastel del campeón de invierno. El pastel reservado para los grandes. El trocito de pastel que sabrá a gloria si este año se consigue el objetivo de la Champions en el Bernabéu. Ese trozo de pastel sí será apetitoso: que así sea.
   
Imagen | Marca.com

sábado, 16 de enero de 2010

EL RENACER GALO

Pablo Orleans | En el tiempo en el que los jugadores del Barça y del Sevilla reciben instrucciones en el vestuario para salir a por todas en la segunda mitad (llámese descanso) aprovecho para hacer un pequeño homenaje a una de las grandes figuras del conjunto culé. Thierry Henry, ese fenomenal jugador francés que vino hace tres temporadas a convertirse en una de las referencias en ataque está -y sigue- demostrando los porqués de su fichaje. Porque lo intenta, abre huecos, da asistencias, presiona, defiende, lucha, encara y marca goles el galo ha sido (a pesar de lo que digan muchos aficionados al fútbol) es y será uno de los mejores jugadores que ha tenido este club. Llegó con treinta años cumplidos a la Ciudad Condal y todavía no ha sucumbido, con sus 33 años 'cristianos', al empuje de las jóvenes promesas de La Masía llamadas Bojan, Jeffren o Pedro. El francés lo ha dado todo por el Barça y cada partido demuestra que es un grandísimo jugador.


Henry sigue siendo un referente en el ataque azulgrana.

Algunos critican que no es el jugador del arsenal, determinante y goleador. Algunos (esos mismos), o no se acuerdan o no se quieren acordar que el francés vivía del equipo. Todo el Arsenal de Wenger jugaba para asistir a Titi, todos sin excepción buscaban a Henry en todo momento. Hoy en día, el Barça vive -en parte- al esfuerzo de Thierry y no al contrario. También muchos de aquellos que todavía le critican se olvidan de que Henry, en el Arsenal, no defendía nada y la línea del centro del campo le marcaba su final de trayecto. Vivía en el campo contrario los 90 minutos y, además, tenía unos cuantos años menos.
¿Que cuando se le fichó tampoco jugó bien? Todo jugador necesita adecuarse a un nuevo sistema, un nuevo estilo de juego y unos nuevos compañeros. Si Henry no funcionó la primera mitad de su primer año en Barcelona fue por el brusco cambio que el jugador de 30 años, acostumbrado -repito- a que le jugasen 100%, tuvo que afrontar y adaptarse a trabajar por y para el equipo.

Ahora, hoy por hoy, Henry sigue demostrando que es un crack. Si no, que se lo digan a Konko, por ejemplo. 
 
PDT.: Se ha ganado por goleada al Sevilla (4-0). Gran segunda parte de los nuestros y de Messi en especial: dos goles del argentino.
  

viernes, 15 de enero de 2010

DEMOSTRACIÓN DE FÚTBOL, VICTORIA, ELIMINACIÓN Y REVANCHA

Pablo Orleans | Cuatro ideas que llaman al positivismo. Cuatro circunstancias que refuerzan la moral de los nuestros. Una derrota es un derrota, sí, pero ésta no ha sido una derrota cualquiera. En uno de los correctivos futbolísticos más apabullantes del club azulgrana en este año de éxitos, la gesta no se pudo completar. Por la mala suerte o por la gran actuación defensiva del Sevilla y, sobre todo, de Palop, los de Guardiola no han podido seguir con la tónica positiva y la vitola de invictos, con lo que la eliminación supone un hecho diferente desde que el técnico de La Masía se sentó en el banquillo del Camp Nou.

Y digo que es un hecho positivo por varios aspectos. Refiriéndome al titular que he puesto para esta entrada, en primer lugar porque el Barça, en su conjunto, volvió a demostrar que cuando hace falta echarle lo que hay que echarle (un par de huevos, por qué no) responde con un arsenal difícil de parar. Esta respuesta total ante un panorama tan contrario y tan cuesta arriba en un ambiente hostil significa la ambición de un equipo que, a pesar de haberlo ganado todo, quiere más, no baja los brazos en los momentos complicados y lo intenta, si cabe, con mayor fuerza. El elemento especial es el bloque. Todos quieren seguir vivos en todas las competiciones, todos quieren luchar hasta el final y morir con las botas puestas. La demostración de fútbol en el segundo acto del partido en el Sánchez Pizjuán ha dejado claro que si este equipo ha caído ha sido porque lo tenía que hacer, porque tenía que mantener, con hechos y no con teorías, los pies en el suelo y la eliminación de la Copa mantendrá vivo el sabor amargo de la derrota en los jugadores culés, algo que no suele gustar y que no se quiere repetir.

Victoria. Se cayó eliminado y se brindó un buen fútbol. Se ganó. No nos olvidemos de esta victoria. A pesar de la derrota y el 'fracaso' en la Copa del Rey, el Barça se llevó el sabor de boca de haber sido mejor, de haber jugado su fútbol, de haberse sido fiel a sí mismo. Hecho importante el de no perder la cordura ni en los últimos compases de una eliminatoria a vida o muerte, filosofía consolidada entre los pupilos de Pep y que, espero, deje en el legado histórico de este club como ya lo hizo Cruyff en su día. Así pues, lo importante es que se ganó. Con esto no quiero decir que sea mejor la victoria aunque no se pase a cuartos que haberse clasificado perdiendo, no. Lo que quiero decir es que dentro de lo malo, lo positivo ha sido la victoria ante un rival complicado. Una inyección de moral que va a ser importante de cara al futuro.

La eliminación de la Copa del Rey ha supuesto un duro golpe para los hexacampeones y ha significado la primera expulsión del mandato Guardiola en una competición oficial. Pero, a pesar de todo, la eliminación será un punto de inflexión que pueda servir para mantener viva la ambición y el hambre de títulos de sus jugadores. Será, entonces, momento de reflexionar, de descansar y de recuperar las fuerzas gastadas el miércoles para afrontar el partido de mañana, de nuevo, ante el Sevilla.

Será momento de revancha. No sólo con el Sevilla sino con el orgullo propio. Será momento de resarcirse y volver a derrotar al equipo hispalense, esta vez, en Liga. Será momento de comenzar de nuevo con fuerzas, de afrontar los partidos como finales, de mentalizarse para buscar el camino hacia la victoria y de actuar con eficacia, sin agobios, pero con rapidez, pues deben dar el golpe de autoridad. Deben evitar que la prensa sensacionalista se les eche encima para intentar desestabilizar la armonía del vestuario. Pero, sobre todo, deben seguir con ese fútbol mágico, esas triangulaciones imposibles, esa verticalidad impredecible. Deben seguir siendo ellos mismos y bajo la batuta del director de orquesta (llámese Pep) sigan siendo los más envidiados del mundo futbolístico.
      

miércoles, 13 de enero de 2010

CON TODA LA CARNE EN EL ASADOR

Pablo Orleans | Esta noche se tiene que repetir la historia. El Barça debe jugar uno de los partidos más complicados e importantes del año. Porque para mí, la Copa del Rey es igual de importante que cualquier otro título. Es un campeonato que debemos disputar al máximo, en uno de los campos más difíciles de Primera, ante un equipo que aunque menguado por las bajas tiene un gran potencial y ante unos aficionados impertinentes para equipos rivales (esas son las buenas aficiones, no me malinterpreten). Así pues, en aproximadamente una hora, los de Guardiola van a medirse al reloj, a los nervios, a su propio poderío futbolístico y a un mundo del balompié que, supongo, esperará la ansiada eliminación del gran Dictador futbolístico de 2009. Porque de Norte a Sur, de Este a Oeste, de Galicia a Valencia y de Girona a Huelva o Cádiz, todos los aficionados al fútbol, anticulés o contrarios a la hegemonía azulgrana en el mundo del esférico de cuero, estarán esperando que el Sevilla haga morder el polvo a los creadores del gran fútbol actual y poder disfrutar de lo que se asemejaría a una victoria de su equipo, por muy lejos que esté de la ciudad hispalense.

Asi pues, sea quien sea el que salga al verde del Sánchez Pizjuán esta noche, deberá dejarse la piel en el campo, esforzarse al máximo para dar la vuelta al marcador (1-2 en la ida) y poder seguir con una leyenda que ya ha pasado a la historia. Los pupilos de Pep lo saben y esta noche lo van a demostrar.

Pdt.: Para aquellos lectores y comentadores de LCB, pedir disculpas por no poder actualizar diariamente y por no entrar en vuestros blogs para dar mi opinión. Es lo que significan los exámenes de, en mi caso, enero.

Un saludo a todos y gracias por seguir visitando La Crónica Blaugrana.
   

martes, 5 de enero de 2010

AÑO NUEVO, VIDA NUEVA...¿O NO?

Pablo Orleans | Terminó 2009 y ya nació 2010. Con esperanzas renovadas, más hambre de títulos y la misma idea de monopolizar los partidos con largas posesiones, los pupilos de Guardiola, encabezados por la figura del ex-capitán culé -cada día con menos pelo en la cabeza, por cierto, ya sea por rapadas (cómo aprenden Valdés y Alves...) o por la preocupación de intentar seguir dando ejemplo por los campos de fútbol de la península así como de lo demasiado que se está hablando sobre su renovación-, esos pupilos recibieron, este sábado y tras la resaca que deja el buen bourbon on the rocks de noches viejas (días nuevos de dolor de cabeza), a una de las mayores pesadillas que ha pisado el verde del Nou Camp desde hace ya algún tiempo. Un Villarreal muy serio, con las líneas juntas y sabiendo a qué jugar, disputó el partido de tú a tú a un Barça desquiciado por momentos ante tanto rival amarillo supersticioso en los alrededores. Luchando por una posesión que nunca antes había estado tan disputada en partidos donde jugaban los culés, el Villarreal utilizó el arma más letal de los catalanes para atacarle y al tiempo dejarle sin defensas: personalmente, la táctica más acertada.

El Barça lo intentó desde el primer minuto e intentó jugar como siempre. Esta vez, el balón lo tuvo menos tiempo y eso significó no poder jugar con sus rivales como acostumbra, sino que tuvo que correr, de lo lindo, para conseguirlo. El tiempo pasaba y el Barça seguía intentando ampliar los minutos con la bola, pero le era imposible. La defensa sufrió más y el Villarreal se vino arriba, lo que significó mayor peligro para el conjunto azulgrana que no se acabó de sentir cómodo en ningún momento. Así se pudieron ver escenas de nerviosismo por parte de los jugadores culés, pues el liderato estaba en juego y en casa no se podía fallar. Al final, reparto de puntos y la rehabilitación de un equipo que comenzó de un modo nefasto. El Villarreal está cogiendo carrerilla. La moral la subió en uno de los campos más difíciles.

Por lo demás, destacar al reaparecido (yo nunca lo he visto mal...evitando comparaciones con el del Arsenal) Thierry Henry. Se movió como siempre, encaró como siempre, le salió como a veces, casi marcó como últimamente y fue clave, como en muchos encuentros. Su misil al larguero dejó claro que sigué ahí, que no está muerto. Su desmarque para dirigirse al balón demuestra que sigue siendo 'Tití'...¿con unos años más? Sí, ¿y qué?
Por otro lado, y no menos importante, la figura de Pedro volvió a brillar con el escudo del Barça. Hoy he leído que ha dicho que le dicen que tiene una flor. Yo no sé si será una flor ni dónde la tendrá, pero que la conserve, porque si sigue así, ¿quién lo descarta para el Mundial?
Grata fue la tercera, aunque cronológicamente primera, impresión del encuentro. Jonathan Dos Santos, el menor de los hermanos Dos Santos, apareció en el once titular como novedad en los esquemas de Guardiola. Mucha clase, poca complicación, gran visión de juego y valentía, así como compromiso y liderazgo, fueron los detalles que me está dejando el chaval de la cantera.
Por último, otro de La Masía que apunta alto. Sergio, el hijo de Busquets, aquel portero que jugaaba porque no había otro mejor -las cosas como son-, volvió a repetir una actuación brillante tanto en el aspecto defensivo como en la distribución del balón y los regates para esconder el balón en el centro del campo. Una notable actuación para el joven culé que, de seguir así, será un seguro en el centro del campo tanto del Barça como de la Selección (española, por supuesto).