lunes, 24 de marzo de 2014

3-4 ¡Qué espectáculo!

Pablo Orleans | Si eres madridista, es decir, seguidor-simpatizante forofo del Real Madrid que no ha sabido aceptar la derrota en el Bernabéu, no te va a gustar esta entrada. No porque el conjunto blanco sea el objetivo de las críticas, sino porque aquí no vais a encontrar consuelo ante la derrota de ayer en casa. Aquí no encontraréis las miles de excusas de autoconvicción de la culpa ajena para no reconocer que hay alguien mejor ni insultos o reprimendas a la actuación arbitral. No es un post para seguidores del Ronaldo extradeportivo o del Ramos que no ha sabido aceptar su error. Nada de eso. Aquí hablaremos del espectáculo que se vivió en el feudo blanco y que nos brindaron los dos equipos. Hablamos de, probablemente, uno de los mejores Clásicos de la historia. Hablaremos de fútbol.

Lionel Messi celebra el gol con sus aficionados
Messi, con su hat trick, completó un partidazo y le dio la victoria a su equipo.

El FC Barcelona llegaba a la capital de España con la necesidad de llevarse los tres puntos. Para ello, salió con casi todo el equipo de lujo. Sólo faltó un menospreciado Pedro por un Neymar falto de ritmo, ideas e intensidad. Un Neymar al que le faltan un par de partidos buenos para ser intocable. Pero no estaba bien. Y salvo esa errata en un mapa de toque, precisión y calidad, el barça saltó al verde del Bernabéu dispuesto a llevarse la victoria. Delante, los de Ancelotti vestían sus mejores galas para un presumible partidazo que al final lo fue.

Y comenzó el choque con el Barça llevando la batuta y dando primero. Iniesta, tras un genial pase de Messi, lanzó un zurdazo que golpeó en el larguero y entró dentro. Seis minutos de Clásico y los de Martino se adelantaban sin saber todo lo que iban a tener que sudar para llevarse los tres puntos. El Madrid asustaba cada vez que llegaba al área culé, sobre todo de la mano de Di María (inmenso el argentino) y un Benzema que estaba en todas. Después de un fallo solo ante Valdés tras una gran jugada de 'el fideo', el galo remataba con acierto dos veces en tres minutos para darle la vuelta al choque. Sólo gracias a la recuperación de Piqué bajo palos, el francés no hacía un hat trick en siete minutos. El Barça sufría con cada balón aéreo y en cada internada merengue por la banda derecha. Una defensa desdibujada e impotente que hacía aguas una y otra vez ante la velocidad y el poderío por alto del Madrid. Pero al final de los primeros tres cuartos de hora, Leo Messi conseguía el empate en una jugada con rebotes que acabó en una tángana con Pepe y Fàbregas como protagonistas y Busquets como actor secundario.

El delantero francés del Real Madrid Karim Benzemá celebra el gol marcado ante el FC Barcelona
Benzema y Di María fueron los mejores del Real Madrid. El galo sólo jugó 60 minutos.

Y se llegó al descanso con un empate, cuatro goles, y una gran incertidumbre. El intercambio de golpes había sido continuo, con latigazos del Madrid y momentos de control del Barça que dejaban abierta una segunda parte que se convertía en incógnita. Nadie sabía qué iba a pasar o cómo podrían quedar, pero lo que estaba claro era que ambos equipos iban a salir a por los tres puntos. Los unos para hacer de la Liga un asunto de dos. Los otros para aferrarse al último hilo de esperanza que les quedaba en la competición doméstica.

Y fue el Madrid el que golpeó primero. A través de una falta fuera del área que se señaló como pena máxima, Cristiano Ronaldo volvió a poner a los blancos por delante. Los azulgrana se veían contra las cuerdas. Perdiendo ante el máximo rival y con 80.000 almas rezando en su contra, lejos de amilanarse volvieron a su fútbol control, alargando la posesión y buscando el hueco con paciencia. Así, Leo Messi -de nuevo- encontró el hueco perfecto para Neymar que, en posición correcta, se quedaba sólo ante Diego López y era arrollado por el último jugador blanco. Sergio Ramos a la calle por roja directa y el astro argentino igualaba el duelo desde los once metros. Con uno menos -y sin Benzema-, el Madrid perdió el rumbo del encuentro y quedó a la deriva del mar blaugrana, que movía el cuero de un lado para otro, sin prisa pero sin pausa, hasta que el bocadillo entre Carvajal y, sobre todo, Xabi Alonso a un listo Iniesta volvió a plantar el balón en el punto de penalti. Leo Messi mandaba el esférico a la escuadra, firmaba su triplete y los del Tata Martino ponían el definitivo 3-4 en el Bernabéu.

El árbitro Undiano Mallenco muestra la tarjeta roja a Sergio Ramos
Segundo tiempo de penalties. Ramos acabó expulsado por derribar a Neymar dentro del área.

Un espectáculo digno de ambos clubes centenarios. Uno de los mayores choques futbolísticos de la historia sólo manchado por la dolorosa derrota que llevó a los protagonistas a hablar en caliente y sin sentido. Un gran espectáculo de fútbol que no acaba con el pitido final del colegiado Undiano Mallenco, sino que alarga esta bonita historia de tres, por lo menos, hasta dentro de un par de días. Y esperemos que estos ejemplos para millones de niños a lo largo y ancho del globo terráqueo cuenten hasta diez antes de soltar lo primero que se les ocurra. Es cierto, la derrota duele. Pero más doloroso es ver a niños maldiciendo al árbitro porque sus héroes sobre el terreno de juego han sido su referente. Y hablo por todos. 

Por los espectáculos como el de ayer. Por el fútbol. 
    
Imágenes | Mundo Deportivo

jueves, 20 de marzo de 2014

Los 8 mejores equipos del mundo y sólo puede quedar uno

Pablo Orleans | Mientras el Clásico del próximo domingo ocupa un gran número de páginas en los periódicos y acapara la atención de mucha gente expectante, el viernes a las doce del mediodía (desde las 11:45 horas en TDP) se celebra el sorteo de los cuartos de final de la UEFA Champions League. Tras la victoria de hoy del United por 3-0 y darle un vuelco a la eliminatoria con un hat-trick de Van Persie ante el Olympiacos y el pase del Dortmund a pesar de caer por 1-2 contra el Zenit, el grupo de los ocho equipos selectos que buscarán la gloria europea ya está cerrado. Así, el sorteo estará compuesto por tres equipos españoles (FC Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid), dos ingleses (Chelsea y Manchester United), dos alemanes (Bayern de Múnich y Borussia Dortmund) y un francés (PSG) que optarán por conseguir el máximo trofeo futbolístico de clubes en el viejo continente. Un sorteo en el que, como bien sabréis, cualquiera puede enfrentarse a cualquiera. Y ya son muchas las suposiciones y preferencias que los aficionados y medios afines a los equipos tienen para los suyos.

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Imagen | As.com

NADIE QUIERE AL BAYERN

Si algo está claro es que nadie quiere al Bayern de Múnich enfrente. Los de Guardiola son los actuales campeones y defienden el título con una serie de registros impecables. Baten récords jornada tras jornada y están en un momento de forma increíble. Así pues, mientras en As los calilfican de 'ogros', en el resto queda palpable que no es el rival idóneo para esta ronda. Aún con todo, en las encuestas que, hasta el momento han registrado votos en MD y Marca, los bávaros no parecen ser tan temidos por los aficionados.

CLÁSICO, DERBI, REGRESOS, VENGANZAS...

Si algo queda claro en este sorteo de la Champions es que el morbo está asegurado. Que el cruce sea entre Barça y Madrid y suponga otros dos Clásicos más en esta temporada (cinco en total); que el emparejamiento una a los dos máximos rivales de Alemania; que sean los equipos de la capital madrileña los que se vean las caras una vez más; que Morinho vuelva con el Chelsea al Bernabéu (Torres al Calderón, Guardiola o Ibra al Camp Nou, Courtois a Stamford Bridge, etc., etc.); o las venganzas modernas (como que el Barça devuelva la goleada que le endosó el pasado año el Bayern o el Madrid se vengue del Borussia) y no tan modernas (al Atlético todavía le escuece la herida de Heysel ante el Bayern o el propio conjunto alemán ante el Manchester y esa final perdida in extremis).

Sea como sea, a partir de ahora no hay rivales fáciles. El que quiera ganar la orejuda deberá pelear fuerte y sudar mucho para tan ansiado título. 180 minutos más para seguir soñando, para que las aficiones se vistan con sus mejores galas y animen desde todos los puntos de Europa a sus favoritos. Ocho equipos y un sólo vencedor. Por delante, un sorteo el próximo viernes y dos partidos más para acariciar el cielo del balompié. Que suene la música de la Champions bien fuerte, porque estos ocho equipos nos van a brindar cuatro duelos de infarto. Sean los que sean. Jueguen contra quien jueguen. Que empiece la fiesta del fútbol europeo.
     

miércoles, 19 de marzo de 2014

Mi once para el Clásico (y resultado)

Pablo Orleans | Las cábalas aumentan conforme se acerca la fecha. Quién ganará, quién marcará, cuál será el resultado, habrá o no polémica, cuáles serán los onces de ambos equipos, etcétera, etcétera, etcétera. De momento, todas las apuestas son meras especulaciones. No sabemos si ganará el Madrid o el Barça, no sabemos, aunque se pueden intuir, los onces de los dos equipos, no tenemos ni la más remota idea de quién marcará ni en qué minuto, no sabemos nada, bueno, nada de nada no, porque, visto como está la tabla, huele un poco a polémica y triquiñuelas durante el lance (y todas esas cosas). Yo no sé por quién se decidirá el Tata Martino para el asalto al Bernabéu, pero voy a ofreceros (al que le interese) mi once del conjunto culé. El once que yo pondría para intentar ganar en el coliseo blanco.

Imagen | Futbolerosanonimos.com

Valdés: Lógicamente, en la portería manda La Pantera de Hospitalet. Valdés es la seguridad, la concentración, los reflejos y un pilar básico en el juego del FC Barcelona. En él se inician numerosas jugadas, aunque intuyo que en el Clásico lo va a tener complicado ya que el Madrid presionará arriba para intentar la salida fácil del balón de los azulgrana.

Alves: El lateral derecho es propiedad del brasileño. Alves, o uno de los que le abriría las puertas del Camp Nou a final de temporada, está jugando perfecto de un mes a esta parte. MotoGP inició la temporada con el motor tocado, pero poco a poco la puesta a punto está dando resultados. Sube la banda una y otra vez con peligro y velocidad. Si bien es cierto que en el Bernabéu deberá vigilar más su espalda con Cristiano o Bale por su banda, con su continua presencia en el ataque culé, el brasileño es una baza más para sorprender por el costado derecho.

Piqué: Muchos critican el nivel demostrado por Piquenbauer en la actual campaña. Que queréis que os diga. Para mí, ver al central culé en el centro de la zaga me da seguridad. Es de los pocos en el Barça con altura para los balones aéreos y con gran calidad para sacar el balón jugado. Cierto es que parece haber perdido un punto de velocidad, pero los años le están potenciando la posición en defensa y la autoridad de la línea defensiva. Además, puede ser una alternativa para subir en un momento de necesidad goleadora en el tramo final del partido.

Mascherano: Llegó como mediocentro defensivo y Guardiola lo reconvirtió, por necesidad, a central. Desde entonces, El Jefecito demuestra con poderío, garra y carácter, que es un gran central. Sus 174 centímetros lo hacen más vulnerable por alto, pero su filosofía y compromiso hacen del argentino un defensor completo que da el cien por cien en cada partido. Un buen complemento para Piqué en el centro de la defensa.

Alba: El nivel de Jordi Alba está fuera de toda duda. Su rápidez y su rendimiento defensivo son las claves del lateral zurdo, uno de los mejores jugadores en su puesto en el mundo. Además, La Motoreta conjuga su buen oficio atrás con desborde, verticalidad y llegada en ataque, que lo convierten, al igual que en el caso de Alves en un peligro para la defensa rival con sus apariciones y en un punto flaco en la defensa del Barça si no está atento a su espalda.

Busquets: Uno de los hombres que menos ruido hace de la plantilla del Barça pero una pieza fundamental para todas las jugadas del equipo barcelonés. Su labor, inconmensurable, es el inicio de la elaboración en el ataque y el muro que necesita el Barça al defender. El Pulpo de Badía es el jugador que todo el mundo quisiera tener en su equipo. Un apoyo fundamental en todos os lances del juego. A pesar de sus 189 centímetros, no es un maestro en el juego aéreo, pero probablemente el éxito o el fracaso del Barça en el Clásico estará, en gran medida, condicionado por el papel que Busi haga en el partido. 

Xavi: El cerebro del equipo. Si Xavi funciona, el Barça funciona. Marca el tiempo como el mecanismo perfecto de un reloj suizo domina el segundero con exactitud. Probablemente estará marcado muy de cerca por los medios merengues, pero si el Barça consigue la posesión, Humphrey Bogart la tocará una y otra vez hasta que un pequeño hueco se abra en la defensa del Madrid. Si tiene espacio para disparar a puerta, debería hacerlo.

Fàbregas: Continuamente criticado, Cesc es la movilidad en el centro del campo. El de Arenys de Mar es un jugador diferente. A pesar de haber crecido con el título de 'el nuevo Xavi', Fàbregas ofrece al Barça una multitud de alternativas que ningún otro ofrece. Desmarques, llegadas, creación, magia. El centrocampista puede ser una pieza clave para mover al equipo, darle ese plus de velocidad en el juego y el último pase o la definición. 

Iniesta: El mago de Fuentealbilla estaría, en mi once del Clásico, en la banda izquierda del ataque culé. Brilla en cualquier posición de mitad de campo hacia arriba, pero allí, parando el juego, desbordando, dejándola atrás, pasando o tirando puede hacer mucho daño al conjunto madridista. Bailaría con Arbeloa o Carvajal, laterales competentes pero, en el caso de uno, mucho oficio y pocas nueces, y en el caso del otro, todavía le faltan minutos en este Madrid. Iniesta puede ser decisivo en la banda, entrando al interior y dejando espacio para Alba, con opción de pase o tiro desde fuera del área. 

Pedro: Pasó de Pedrito a Pedro en cuestión de meses. Ahora está afianzado en un Barça con mucha competencia para dos posiciones. Pero sigue dando la talla y haciendo grandes encuentros. Ha pasado a Don Pedro. Estaría en mi once aún sabiendo que el canario depende mucho de cómo sea su día. A veces irregular, si está enchufado es un peligro constante. Si no tiene su día, participa poco y acaba perdido en la banda. Espero que esté a punto y pueda ser la velocidad en ataque para la banda derecha.

Messi: Parece haber encontrado las buenas sensaciones después de una temporada atípica. El tipo que, como Cristiano, puede desequilibrar la balanza hacia uno u otro lado. Desborde, agilidad, regate, velocidad, disparo y gol, El Messias debe ser el de siempre. Con mi equipo, no me gustaría que bajase tanto a recibir, pero supongo que, tanto Pepe como Ramos estarán muy atentos del argentino y deberá bajar a recibir el balón en más de una ocasión. Ése puede ser el momento de Cesc de buscar el espacio sorprendiendo desde atrás. Messi llega a punto, probablemente en el mejor momento de esta temporada. Y eso es un alivio para los seguidores culés.

El resultado: Aunque es muy difícil adivinar un resultado en un partido como el del domingo, me lío la manta a la cabeza y apuesto por un 1-2 del Barça. Quizá me traicione el corazón blaugrana, pero confío plenamente en el equipo del Tata. Creo que el Madrid, líder en solitario de la Liga y -como ya escribí en este espacio- con presión añadida, puede verse superado por la situación y cometer algunos errores cruciales. También le puede pasar al Barça, cierto es, pero confío en que no. Así pues, esta es mi apuesta para el Clásico. ¿Cuál es la vuestra?
     

lunes, 17 de marzo de 2014

Otra lección de fútbol y un aviso a navegantes de blancas banderas que yerguen sus cabezas por lideratos provisionales

Pablo Orleans | Lección de fútbol en mayúsculas, con toque, rapidez de movimientos, calidad, verticalidad y presión. Quizá, enfrente, en el combate, no estaba el guerrero que se luce en su casa y ataca con ganas en su feudo, cierto es, pero el hecho es que con la daga bien afilada, como la tenía el conjunto blaugrana el domingo, poco se puede hacer. Demostrando que los intentos fallidos de desestabilizar quedan en agua de borrajas cuando los bajitos se enfadan, los del Tata Martino dieron un golpe sobre la mesa ante tantas especulaciones soñadoras de un cambio de ciclo repentino. Y Osasuna fue la víctima. Un contundente siete a cero que vaticina una semana interesante y llena de declaraciones de cara al Clásico del próximo domingo a las 21 horas. Ahora, y en la misma situación que una semana atrás, ¿en quién recae la presión? Para algunos, el Barça tiene perdida la Liga (y dependiendo de lo que suceda en el Bernabéu así será), pero hasta esos 90 minutos de infarto y corazones en un puño, ¿quién tiene más presión? 

Imagen | Ibtimes.com

Por un lado, y echando la vista a esta última jornada, los de Ancelotti sufrieron para llevarse los tres puntos de La Rosaleda. Su fútbol no fue impecable y sólo el golpeo salvador de Ronaldo hizo que la balanza se decantara para el lado madrileño ante un Málaga en horas bajas. Decimocuartos y tres puntos sobre los puestos de acceso a la Categoría de Plata, el conjunto andaluz plantó cara ante su gente en un duelo en el que ganó el poderío cristiano del Madrid. Mientras tanto, en un ambiente más cómodo como el que ofrece el jugar en casa, el conjunto del Tata dio una lección de fútbol que, para algunos fue un reflejo de lo que un día este equipo fue y, para otros, es el estilo que nunca ha perdido el Barça y que por ello se encuentra en la final de la Copa del Rey, en los cuartos de final de la Champions y vivo en la liga doméstica.

Por otro lado, si bien algunos dicen que el conjunto culé está fuera de la puja por la Liga, significa que no tiene ningún tipo de presión para el Clásico. Por supuesto, los azulgranas quieren ganar y saldrán a ganar, pero la pugna del Real con el Atlético por esa Liga a la que no opta nadie más, hacen de los equipos de la capital los únicos conjuntos con presión. El Barça, como algunos se han cansado de repetir, está fuera de la lucha y no tiene nada que perder. No así su próximo y eterno rival.

Por último, el Real Madrid juega ante su público, en su estadio y ante su máximo rival. Ésa es mucha presión para un conjunto que viene de sufrir ante un Málaga herido y juega contra un Barça que volvió a dar un recital con goleada incluida. 

De este modo, como dice la Real Academia Española de la Lengua, la fuerza o coacción que se hace sobre una persona o colectividad, la tiene el equipo blanco, que debe ganar sí o sí para no complicarse el liderato, ante su público y contra un equipo que todavía no ha dicho su última palabra.

jueves, 13 de marzo de 2014

Se bailó y se ganó

Pablo Orleans | Dicen de la danza que es un arte donde se utiliza el movimiento del cuerpo como forma de expresión. El Barça, en la noche de hoy, ha bailado. Por momentos su movimiento era suave, marcando el ritmo, sin movimientos bruscos. Danzaba con soltura, llevando la batuta y el paso de una coreografía pulida en años de práctica, cuan Gene Kelly ejecutando un paso de claqué, sin errores, teniendo claro cuál es el siguiente movimiento. También dicen de la danza que se realiza, usualmente, con música. La música sonó al inicio. La contundente melodía de la Champions resonó con fuerza en el Camp Nou, presagiando una batalla que se tornó en capoeira brasileña en cuanto el colegiado francés dio comienzo al choque.

Lionel Messi supera a Kompany

Uno de los movimientos de baile entre Messi y Kompany. Imagen | Mundo Deportivo
Los primeros acordes presagiaban una obra de arte, un baile celestial que recordaba a los años de gloria de la orquesta culé. El colectivo azulgrana llevaba la iniciativa mientras su pareja intentaba seguirlos de cerca. Más a destiempo que al son de los del Tata, los celestes de Manchester pisaban, una y otra vez, los pies de su pareja, impidiendo realizar giros completos. Pero el Barça siguió a lo suyo. La batuta de Xavi, escoltada por Busquets, funcionó para llevar el tempo, mientras que Iniesta y Messi llevaban la voz cantante. Creaban, llegaban y hacían temblar los tacones del compañero cada vez que se disponían a ejecutar uno de sus pasos. Pero el jurado, el juez de turno de la vecina Francia, no supo valorar la ejecución blaugrana y erró en dos ocasiones para impedir -de momento- que el minipunto sumase a los de casa. La torpeza inglesa de Lescott arrolló al sutil molinete de tango del argentino Messi y el rápido movimiento de Alba fue mal percibido por el galo, por lo que los de la Ciudad Condal fueron a descansar con una gran faena, pero un resultado escaso.

La reanudación musical, con la misma pareja de baile, comenzó atravesada para los culés. El City agarró con fuerza las vestiduras azulgranas y zarandeó al conjunto catalán, desestabilizándolo sin tirarlo. Los ingleses salieron con más ganas y llevaron la iniciativa. Pero, tras un veinte minutos a expensas de los isleños, los locales golpearon en el momento más dulce de su pareja. Messi, frente a Hart, la elevó con clase y el equipo de Manchester resbalaba y doblaba una pierna en el envite. Pero no bajó los brazos y lo siguió intentando con su peculiar Morris Dance, ataviados con palos y espadas para afrontar el resto de la danza. Y tampoco obtuvieron recompensa cuando, poco después, el juez francés desvió la atención de una infracción de Piqué ante Dzeko. Nada. La pena máxima fue la expulsión de Zabaleta por unas protestas comprensibles que representaban, más que la intención de remontada, la impotencia de un equipo que bailó bien pero sin maestría. Kompany equilibraba el duelo pero, al final, la seguidilla manchega de Iniesta hizo el resto y sentenció un baile que, no sé si habrá callado algunas bocas, pero que ha dejado claro que el Barça va a seguir bailando lo que resta de temporada. Y también ganará.        

miércoles, 12 de marzo de 2014

20.45 | Hora de bailar

Pablo Orleans | La historia siempre la escriben los vencedores, por mucho que la situación no haya sido favorable. El que se lleva la gloria, cuenta su versión, que se torna en la versión verídica. Los hechos son los hechos, pero el entramado de circunstancias que llevan a esa victoria, dormita bajo el olvido y prevalece el resultado. Quién ganó frente a cómo ganó. Quién ganó frente a cómo estaba cuando ganó. Quién ganó frente a cómo estaban los demás cuando ganó. Al final de cualquier hecho histórico, lo importante es el quién. Ganó el bando franquista; ganó Fermín Cacho; venció David a Goliat; ganó Grecia una Eurocopa; Ganó Rajoy las elecciones. Ganaron, y eso es lo que a muchas personas les importa, lo que al final importa. El Madrid ha ganado nueve veces la máxima competición europea y el Barça cuatro. Eso importa. Al final, quién ganó y cuántas veces ha ganado. 

Imagen | Mundo Deportivo

Es por ello por lo que hoy, el Barça, debe empezar a escribir su historia, la historia de esta temporada. Proteger el caparazón con más fuerza y mantenerse unidos bajo el manto protector de su fútbol de toque, de su trato del balón, de sus triangulaciones imposibles, de la eterna posesión, de la agobiante presión y del estoque más amargo de quien lo recibe. Dejar de mirar de puertas afuera y no apreciar los sutiles comentarios que intentan desestabilizar. Que tras una fuerte caída, tras un duro tropezón, levantarse con la sangre y las heridas aún tiernas, y hablar con la piel y el cuero y ante el mundo entero, demostrar que -de momento- el Barça no ha muerto.

Que sea hoy ante el City, y en los próximos partidos, cuando los del Tata Martino recuperen esa flor que se apagó en el invierno y se levanta con el calor. Que Leo baile mil tangos sobre los verdes de España (y Europa), que la sardana de Xavi lleve el ritmo, la samba de Neymar ponga la chispa carioca y que Iniesta mueva las caderas y los pies como se hace en las seguidillas manchegas. Que el Barça emule a Jackson y los muertos vivientes bailen. Porque si les han matado, verlos levantarse va a ser muy duro para los que ya no los creían en este mundo. Y hoy, a las 20:45 horas, el Barça puede resucitar y devolver la confianza a unos y callar la boca de otros. Pero, para eso, hace falta bailar. Y bailar bien. Y ganar.
      

lunes, 10 de marzo de 2014

Todavía queda Liga

Pablo Orleans | Para ser sincero, no vi el partido del pasado sábado. Y, por lo visto, leído y oído, me alegro. El Barça no jugó bien y el Valladolid, hasta entonces en los puestos de descenso, planteó mejor el partido y se llevó el gato al agua. El equipo del Tata, ahora tercero a tres puntos del Madrid y a uno del Atlético, se llevó un duro golpe esta semana. Pero se llevó un golpe que no le ha sentenciado. Muchos blogs y diarios deportivos comentan que el Barça ha tirado la Liga en Pucela. Nada más lejos de la realidad. El equipo azulgrana tiene margen, calidad y profesionalidad para reducir esa distancia y colocarse de nuevo como líder de la Liga BBVA.

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Imagen | As.com

Aunque se dramatice y se acuse al Barça del Tata, aquellos que dicen que el Barça ha perdido la liga a falta de doce jornadas por disputarse, entienden poco de fútbol. 36 puntos en juego y 1080 minutos de fútbol por delante para darle la vuelta a la tortilla. Entre ellos, dos choques directos ante el Madrid en el Bernabéu (en sólo dos jornadas) y ante el Atlético en el Camp Nou en la última jornada de esta temporada. Además, las visitas a El Madrigal ante el Villarreal y al campo vecino en el derbi catalán frente al Espanyol serán los dos partidos difíciles, a priori, del conjunto de Martino fuera de casa y la visita al Camp Nou de un Athletic en progresión.

Pero sus rivales directos tampoco se libran de enfrentamientos fuertes lo que resta de temporada. El líder tiene por delante un calendario en el que además de enfrentarse al Barça en el Bernabéu, tendrá que viajar a Sevilla (contra el Sevilla FC), Málaga, San Sebastián y Valladolid y recibir en su feudo a Valencia y a un siempre molesto Osasuna. Por parte de los de Simeone, su calendario se complica en las visitas que deben hacer de aquí a final de temporada. La Catedral, Mestalla y Camp Nou, que se dice pronto. Villarreal y Málaga serán los rivales más fuertes que irán al Calderón.  

Las cartas están sobre la mesa. El Madrid, líder, tiene en su poder y en su mano llevarse el título liguero. Pero queda tanta competición y tantos minutos por disputarse que del mismo modo que es muy aventurado afirmar que el conjunto blanco ha ganado la Liga, lo es decir que el Barça la ha tirado. Y más, sabiendo que en esto del fútbol puede pasar cualquier cosa.

jueves, 6 de marzo de 2014

Hacen falta más Carles Puyol

Pablo Orleans | De Puyol se ha dicho todo, o casi todo. Se va. Deja el club en el que ha pasado media vida y que ha defendido a capa y espada (y con nivel) durante más de una década. Desde su debut en Zorrilla en octubre de 1999, el de La Pobla de Segur ha sido el estandarte del mejor Barça de la historia. El capitán de uno de los equipos que mejor fútbol ha creado; el cerrojo de una puerta de oro; el pelo de Sansón; el corazón de una maquinaria perfecta. El motivador del equipo en sus horas bajas abandona el Camp Nou para, quién sabe, medir sus fuerzas en un barco de menor calado pero con las arcas llenas de oro. Y hace bien. Puyol, inteligente, deja el escudo de su vida, pero no lo abandona. Sus últimos meses en el club han catapultado una decisión natural y que 'Tiburón' tenía que tomar. Las lesiones y la edad han mermado a un futbolista cuyo potencial era el físico y cuya seña de identidad es el compromiso.

Y deja el Barça porque ya no es el que era. Su compromiso es tal que, lejos de agotar el contrato que le resta y aguantar hasta la jubilación de banquillo en banquillo por España, asume su situación y deja vía libre a los que llegan, sin que la presión por su presencia se convierta en un suplicio para el gestor del vestuario. Y como un toro indultado, Puyol seguirá su camino en un terreno más agradable. Deja el ruedo en lo alto, haciendo una de las mejores carreras posibles y mandará tranquilo en otro verde, donde esperará para dejar el fútbol de corto.

Y como dijo Piqué, nunca habrá otro Puyol en Can Barça, pero lo que él ha enseñado a las generaciones venideras, hará que muchos chavales que se forman en La Masía (y en todo España) vean en él un espejo al que mirarse. Un ejemplo de esfuerzo, de valores, de trabajo, de garra, de compañerismo, de sacrificio, de pundonor y, sobre todo, de persona. Porque en el fútbol hacen falta más Carles Puyol.