jueves, 29 de octubre de 2009

LA LOTERÍA DE OCTUBRE

Pablo Orleans | El partido de ayer entre el Barça y la Cultural Leonesa no ha dejado derrotados. Ninguno de los dos equipos perdieron en este partido en el que, en un principio, sólo había un ganador. La Cultural Leonesa era la vencedora inicial, pasase lo que pasase en el campo. El motivo: el Barça. Que el equipo de Guardiola -así como cualquier equipo de Primera en campos de niveles inferiores- visite un estadio como el de 'la Cultu' significa un impulso importantísimo en las arcas de los clubes que, en su mayoría, están bajo mínimos, pasando unos apuros económicos tremendos y visitando constantemente los juzgados de sus respectivas ciudades.

Tampoco pierde ningún club que participe en la competición. Para muestra unos cuantos botones:
Que muchos seguidores estén en contra de la nueva normativa copera, lo puedo llegar a entender, pero realmente no es tan injusto como parece. Lo normal es ayudar a los equipos pequeños y qué mejor manera de emparejarlos con los más grandes de nuestro fútbol. Estos emparejamientos son un premio para los equipos más débiles de la competición que, como probablemente caerán eliminados de igual modo, tienen la posibilidad de hacerlo contra uno de los grandes, con los brazos alzados, con un aforo impensable (récord, sin duda, en su historia) y con una ilusión extra. Los pequeños, listos y hábiles saben muy bien que entre sus objetivos no está ni estará el conseguir la Copa del Rey y jugar con (y tener la posibilidad de ganar a) un grande, no sólo de nuestro país, sino del mundo entero es mucho mejor que pasar a la siguiente fase de una copa que difícilmente ganarán.




Por otro lado, los equipos medios de la Primera División española -que también tienen la posibilidad de jugar contra equipos inferiores- se quitán de una tacada a los más grandes del torneo, teniendo la posibilidad de pasar de ronda y acercarse mucho más al objetivo palpable y mucho más probable de conseguir que los Segundas bes y Terceras. Así, los pequeños, los pobres, los que se han sacrificado y han conseguido llegar a la eliminatoria de los Primeras y tienen la posibilidad de medirse a ellos, de pedirles la camiseta, de coincidir en el campo y de recordarlo para toda su vida, después de haber luchado -literalmente- en campos embarrados, con baches y calvas y ante escasos cien aficionados, obtienen su más que merecidísimo premio y un reconocimiento que no olvidarán en su vida.

Por otro lado, los clubes grandes no salen, para nada, favorecidos. ¿Creéis realmente que un Barça actual puede perder en una eliminatoria a doble partido contra un equipo de la mitad de la tabla de Primera División? ¿Creéis que el Barça va a salir con sus reservas y tirará la Copa como lo hizo el Madrid en Alcorcón -sin desmerecer, por supuesto, a los bravos jugadores del conjunto de Segunda B-? ¿Realmente creéis que un Madrid, en un partido contra un Primera, esté donde esté en la tabla, va a poner a Dudek de portero, a Drenthe de lateral o a Guti de titular? Yo no.

En esta pequeña manipulación nadie sale perjudicado. Tampoco el fútbol, que demuestra y demostró que este maravilloso deporte lo practican once contra once y que no importan los millones ni la División en que se juegue. El ya famoso Alcorcón recibió un doble premio. Esa es la verdadera esencia del fútbol. El premio ya lo llevaban por adelantado desde que se hizo el sorteo, pero el martes recibió una alegría que no se puede describir nada más que con una palabra: FÚTBOL.

Imagen | Marca.com
 

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