Pablo Orleans | La jornada once no ha sido la jornada que más deseaba un culé a estas alturas de noviembre. Tampoco la situación es la más propicia para tener dudas y para que no acompañen los resultados. El mejor equipo del mundo tiene, en una semana, dos choques importantísimos para el futuro inmediato y para un futuro lejano que vislumbra en el horizonte el Santiago Bernabéu y la orejuda con las cintas azulgranas. El sábado, en La Catedral del fútbol español, en Bilbao, el Barça sucumbió a la fuerza de un equipo que, perfectamente representado por la fuerza, la garra, la pasión y las ganas de un reaparecido Toquero, demostró cómo se puede parar el juego lujoso y de toque de un Barça que lo intentó sin fortuna. Un empate (1-1) que deja a los de Guardiola segundos tras el Madrid, un punto por debajo y ante la perspectiva de dos encuentros en cinco días muy importantes.
El partido contra los leones de San Mamés fue intenso. El Barça mandó en el terreno de juego en los primeros 45 minutos de partido sin fortuna de cara a portería. Toques, calidad y verticalidad ordenaban un partido que el conjunto azulgrana controlaba desde el primer minuto de partido. Los bilbaínos no podían, sino defender y esperar a que el Barça les diese una oportunidad. Alves adelantó a los culés en una de sus constantes llegadas al área y fue entonces cuando más se abrió el Athletic y el partido. No fue una oportunidad para el Barça que el conjunto vasco se abriese, ya que el empuje de las gradas y la entrada de un fresco y luchador Gaizka Toquero hizo que el equipo rojiblanco se creciese y jugase de tú a tú a un Barça que se las prometía muy felices. El empate en el marcador no tardó en llegar y los de Caparrós se encerraron para que su objetivo, las tablas, se cumpliese y el Barça no pudiese adelantarse de nuevo. Dicho y hecho. El partido terminó con un 1-1 y los de Euskadi tan contentos.
El balance final del partido fue horrible para el Barça. En primer lugar, en una semana llena de lesiones y contagios, la enfermería azulgrana tiene otra ficha que tratar. No es una ficha culaquiera. Ni siquiera es una gran ficha. Es la mejor ficha del mundo. Una de las figuras más determinantes, influyentes y decisivas del fútbol actual, Leo Messi, se retiró del verde césped de San Mamés con molestias en su aductor izquierdo y es seria duda para los dos choques que se vienen encima. En la semana clásica, el argentino de regates imposibles y del balón pegado al guante que tiene en el pie del lado del corazón, ha sufrido una recaída que puede impedirle medirse a dos grandísimos equipos en un momento crucial de la temporada para el Barça. El crack del Barça, el 10, lo tiene difícil. Para mí, el Barça no.
En segundo lugar, el Barça ha perdido el liderato y ahora es segundo, un punto por debajo del Madrid. El fútbol efectivista de los blancos puede, de momento, con el fútbol total de los culés y con la vistosidad de sus triangulaciones. De momento.
Así, el martes, es decir, mañana, el club azulgrana se enfrentará al Inter de Mourinho y Eto'o. El Barça debe ganar para seguir con posibilidades en la Champions League y el Inter llega a Barcelona con las ganas de sellar su pase a octavos y encarrilar su andadura hacia la final de Madrid. Esa final es la que deben jugar los nuestros. El Barça coronaría España y el mundo si lograse su cuarta Copa de Europa en Madrid. Londres '92, París '06, Roma '09 y Madrid '10. Sería la guinda del pastel azulgrana, ese pastel que llenaría los platos de todos los seguidores al fútbol. El Barça ganando en la casa del rival, del eterno rival. Para eso queda mucho. Primer objetivo: Inter de Milán. A por ellos.
1 comentario:
Hola!
Balance negativo, que deja alguna que otra preocupación. Pese a lo dicho sigo confiando al 100% en el equipo y estoy convencida que superaremos la semana con nota.
saludos
sílvia
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