miércoles, 17 de febrero de 2010

¿QUIÉN DEBE USAR AHORA EL CAGÓMETRO?

Pablo Orleans | Al mediodía de ayer, mientras veía las noticias de cuatro, en la sección deportiva decidieron darle un micrófono al señor Tomás Guasch para que se pasease por las calles de Barcelona preguntando a los transeúntes sobre el denominado 'canguelo' del Barça tras la derrota en el Calderón ante el Atlético de Madrid. Según este periodista madridista, catalán y del Espanyol (para maquillar en cierto modo su madridismo, en ocasiones, exagerado), el recorte de puntos del Madrid al Barça en la liga doméstica está haciendo saltar las alarmas en la Ciudad Condal y su conocido 'cagómetro' está aumentando a pasos agigantados entre los aficionados culés. Ya sabemos el interés diario de los periodistas madridistas y anti-barcelonistas por intentar desestabilizar la armonía imperante en el seno azulgrana. Ya conocemos, de sobra, los intentos desesperados por la prensa sensacionalista de herir al ajeno para beneficiar al propio. Pero ya huele. Ni el orinal con el que ayer deambulaba Guasch por las calles barcelonesas, ni el termómetro que completaba su conocido invento cagométrico, ni los tres puntos recortados por los de la capital en esta última jornada, ni Kaká, ni Ronaldo, ni Florentino, ni los cheques en blanco, ni las lesiones, ni las sanciones, ni otros inventos Villaríticos... van a consegui que el Barça, con o sin jugadores, con o sin millones, con o sin presión madrileña, con o sin invenciones sin fundamento vaya a seguir a lo suyo. Jugar el mejor fútbol, dar espectáculo, ganar partidos, puntos y competiciones, seguir el estilo de La Masía, Cruyff y Guardiola y, sobre todo, ser fiel a ese estilo, a esa filosofía y a un aficionado culé que conoce muy bien lo que es degustar un fútbol milimétrico muy lejano a estrellas millonarias que se basan en individualidades.

Tomás Guasch, subdirector del Diario As, inventó el ya famoso 'cagómetro'.

Pero hoy, un día después de que el señor Guasch saliese a las calles de Barcelona para preguntar por el canguelo ficticio, la pregunta es otra: ¿quién tiene ahora el miedo de volver a caer en los octavos de la Champions cuando es el mayor reto y la mayor ambición de los jugadores blancos? ¿Dónde está, ahora y siempre, el verdadero canguelo? En Barcelona, no. No intenten cambiar las cosas, no quieran darle la vuelta a la tortilla. La situación, quieran o no, dista mucho de cómo la pintan ustedes, madridistas redomados que no ven más allá del equipo de la capital que viste de blanco. Ahora, hoy por hoy, el Barça es el líder de la liga BBVA con dos puntos de ventaja, es el actual campeón de España, Europa y el Mundo, el actual campeón de todo. Más vivo que el Madrid en la Champions. Más arriba que los de Concha Espina en la tabla doméstica. Más moralizado que los merengues en el juego. 

Así pues, no vengan con tonterías de canguelo. No intenten desestabilizar la armonía blaugrana, no porque puedan desestabilizarla, sino porque les va a ser tarea más que difícil. Sé lo que es estar varios años sin ganar, sé lo que es no tener un equipo competitivo -no por el de esta camapaña sino por el de anteriores-. Lo que no conozco todavía es el dolor que se debe sentir cuando, tras haber gastado ingentes cantidades de euromillones en una plantilla perfecta sobre el papel, el histórico rival lo gane todo, esté intratable y no muestre debilidades. Tampoco conozco el sufrimiento de caer eliminado en la Copa, por 4-0, ante un Segunda B. No conozco, de momento y en esta temporada, el comenzar unos octavos de final con el resultado adverso y sufriendo más de la cuenta ante un equipo que ha perdido la hegemonía con la que dominó su país años atrás. Como lobo herido, los madridistas se defienden atacando. Su debilidad les hace intentar debilitar al rival pero... el cagómetro se vende en la capital.

Imagen | As.com

domingo, 7 de febrero de 2010

15 DÍAS DE AUSENCIA, BUEN FÚTBOL Y VILLARATOS MENTIROSOS

Pablo Orleans | Por fin acabé los exámenes de enero (remontándonos al vigésimo sexto día del pasado mes) y fue entonces cuando necesitado de un descanso inmerecido pero querido (inmerecido porque no he cumplido con el blog como para tomar este respiro...) desconecté de este mundo inmenso que es internet para volver 15 días después y hacer un pequeño balance de todo lo que ha pasado en la actualidad culé futbolística, claro. A mi vuelta me he encontrado con un mundo parecido pero algo cambiado. Durante estos quince días he escuchado cosas extrañas, palabras inexistentes y, sobre todo, he visto buen fútbol. Quince días de relax, madrugadas en compañía de la radio, tardes de aburrimiento y deporte...en fin, días de desconexión.

Vi fútbol. Vi al Barça ganar, ganar, ganar y volver a ganar. También vi al Madrid hacer lo propio. Vi fútbol inglés e italiano y disfruté de otros deportes ajenos al de once contra once. Pero lo que más me ha sorprendido de estas dos semanas ha sido el intento fracasado y ridículo de la prensa sensacionalista de la 'capi' por derribar la alta moral de los hexacampeones. La manipulación de las imágenes del gol legal de Pedro, las continuas insinuaciones acerca del Villarato (claro para blancos y exagerado para el resto) que -se supone- favorece al Barça en detrimento del club español más favorecido de la historia de nuestro país (no olvidemos los casi 40 años del mandato franquista en el que los árbitros gozaban de todo menos de objetividad futbolística, favoreciendo al equipo del "Gobierno", por llamarlo de alguna manera...) y lo que me puedo imaginar acerca de lo que ocurrió ayer en el partido ante el Getafe, en el que seguro hay algo que ha favorecido al Barça, como la casi intervención de Ibra en el golazo de Messi que puede confundir a Codina... me parece esperpéntico y surrealista viendo la gran cantidad de jugadores blancos impolutos (¿tendrá algo que ver?) que había delante del balón y que Leo, con ese golpeó increíble y un efecto imposible superó con gran facilidad.

Algo me hace pensar que desde la ciudad que capitanea España hay cierto 'canguelo' que ellos predicaban hace un tiempo y ese miedo lo intentan maquillar atacando de alguna manera. La invención del Villarato demuestra ese miedo terrorífico a sucumbir, otro año más, al poderío futbolístico culé. Miedo de sufrir en su propio estadio el fútbol total de los de Guardiola, de volver a ser segundones en un deporte en el que fueron coronados como mejor equipo del siglo XX. Eso es el pasado, muy pletórico en el club blanco, pero que ahora no sirve. Ahora sirve el presente, el fútbol de ahora, los títulos de estas campañas. El hexacampeonato dolió y sigue doliendo en la capital y la envidia se está apoderando de los seguidores de Concha Espina. No puedo pensar otra cosa.
   

sábado, 23 de enero de 2010

BUEN JUEGO PARA TERMINAR LA PRIMERA VUELTA

Pablo Orleans | El partido de Zorrilla no iba a ser, a priori, un partido fácil a pesar de la diferencia posicional de ambos conjuntos en la tabla de la BBVA. Tampoco parecía que la diferencia de calidad entre catalanes y vallisoletanos fuese la diferencia que marcase el devenir del encuentro, y es que, a pesar de ocupar la cuarta posición por la zona baja, los pucelanos tienen un gran peligro en la zona que más 'vulnerable' hace al Barça: la delantera. Diego Costa era una amenaza real para una línea defensiva culé que ha pasado, en numerosos partidos, serios apuros y que, hoy en Valladolid, se presumía otro sábado de sustos constantes en la zaga.


El Barça volvió a hacer historia, esta vez, propia.

Pues no ha sido así. Algún susto defensivo en un principio que se ha disipado como pastilla efervescente en agua tibia ha convertido el temor de Guardiola en los primeros minutos del partido en una tranquilidad plena. Y es que, si al minuto 19 el Barça estaba defendiéndose con uñas y dientes para no encajar un gol, en el 21 ya gozaba de una ventaja de dos goles y de la serenidad de saber el encuentro controlado. Así ha sido. El Barça ha gozado de un partido tranquilo, sin sobresaltos. El balón era suyo y las ocasiones se sucedían constantemente con lo que los pupilos de Pep han disfrutado de un entrenamiento que, en la segunda mitad, ha servido de prueba de posiciones y alternativas para el entrenador azulgrana.

De este modo, el Barça se corona como campeón de invierno invicto hasta el momento y vuelve a hacer historia, esta vez, propia. Ese es, a partir de ahora, el objetivo que se tiene que marcar el equipo blaugrana. Batir récords y más récords para mantener la ambición intacta. Buscar nuevos alicientes para mantener viva la llama del buen juego y de las victorias, del fútbol total y directo. Así ha sido hoy con los tantos de Xavi y Alves. Fútbol directo y total, más propio de equipos contragolpeadores que del Barça de los últimos años: otro registro más a tener en cuenta...
El de Messi, la guinda del pastel. El pastel del campeón de invierno. El pastel reservado para los grandes. El trocito de pastel que sabrá a gloria si este año se consigue el objetivo de la Champions en el Bernabéu. Ese trozo de pastel sí será apetitoso: que así sea.
   
Imagen | Marca.com

sábado, 16 de enero de 2010

EL RENACER GALO

Pablo Orleans | En el tiempo en el que los jugadores del Barça y del Sevilla reciben instrucciones en el vestuario para salir a por todas en la segunda mitad (llámese descanso) aprovecho para hacer un pequeño homenaje a una de las grandes figuras del conjunto culé. Thierry Henry, ese fenomenal jugador francés que vino hace tres temporadas a convertirse en una de las referencias en ataque está -y sigue- demostrando los porqués de su fichaje. Porque lo intenta, abre huecos, da asistencias, presiona, defiende, lucha, encara y marca goles el galo ha sido (a pesar de lo que digan muchos aficionados al fútbol) es y será uno de los mejores jugadores que ha tenido este club. Llegó con treinta años cumplidos a la Ciudad Condal y todavía no ha sucumbido, con sus 33 años 'cristianos', al empuje de las jóvenes promesas de La Masía llamadas Bojan, Jeffren o Pedro. El francés lo ha dado todo por el Barça y cada partido demuestra que es un grandísimo jugador.


Henry sigue siendo un referente en el ataque azulgrana.

Algunos critican que no es el jugador del arsenal, determinante y goleador. Algunos (esos mismos), o no se acuerdan o no se quieren acordar que el francés vivía del equipo. Todo el Arsenal de Wenger jugaba para asistir a Titi, todos sin excepción buscaban a Henry en todo momento. Hoy en día, el Barça vive -en parte- al esfuerzo de Thierry y no al contrario. También muchos de aquellos que todavía le critican se olvidan de que Henry, en el Arsenal, no defendía nada y la línea del centro del campo le marcaba su final de trayecto. Vivía en el campo contrario los 90 minutos y, además, tenía unos cuantos años menos.
¿Que cuando se le fichó tampoco jugó bien? Todo jugador necesita adecuarse a un nuevo sistema, un nuevo estilo de juego y unos nuevos compañeros. Si Henry no funcionó la primera mitad de su primer año en Barcelona fue por el brusco cambio que el jugador de 30 años, acostumbrado -repito- a que le jugasen 100%, tuvo que afrontar y adaptarse a trabajar por y para el equipo.

Ahora, hoy por hoy, Henry sigue demostrando que es un crack. Si no, que se lo digan a Konko, por ejemplo. 
 
PDT.: Se ha ganado por goleada al Sevilla (4-0). Gran segunda parte de los nuestros y de Messi en especial: dos goles del argentino.
  

viernes, 15 de enero de 2010

DEMOSTRACIÓN DE FÚTBOL, VICTORIA, ELIMINACIÓN Y REVANCHA

Pablo Orleans | Cuatro ideas que llaman al positivismo. Cuatro circunstancias que refuerzan la moral de los nuestros. Una derrota es un derrota, sí, pero ésta no ha sido una derrota cualquiera. En uno de los correctivos futbolísticos más apabullantes del club azulgrana en este año de éxitos, la gesta no se pudo completar. Por la mala suerte o por la gran actuación defensiva del Sevilla y, sobre todo, de Palop, los de Guardiola no han podido seguir con la tónica positiva y la vitola de invictos, con lo que la eliminación supone un hecho diferente desde que el técnico de La Masía se sentó en el banquillo del Camp Nou.

Y digo que es un hecho positivo por varios aspectos. Refiriéndome al titular que he puesto para esta entrada, en primer lugar porque el Barça, en su conjunto, volvió a demostrar que cuando hace falta echarle lo que hay que echarle (un par de huevos, por qué no) responde con un arsenal difícil de parar. Esta respuesta total ante un panorama tan contrario y tan cuesta arriba en un ambiente hostil significa la ambición de un equipo que, a pesar de haberlo ganado todo, quiere más, no baja los brazos en los momentos complicados y lo intenta, si cabe, con mayor fuerza. El elemento especial es el bloque. Todos quieren seguir vivos en todas las competiciones, todos quieren luchar hasta el final y morir con las botas puestas. La demostración de fútbol en el segundo acto del partido en el Sánchez Pizjuán ha dejado claro que si este equipo ha caído ha sido porque lo tenía que hacer, porque tenía que mantener, con hechos y no con teorías, los pies en el suelo y la eliminación de la Copa mantendrá vivo el sabor amargo de la derrota en los jugadores culés, algo que no suele gustar y que no se quiere repetir.

Victoria. Se cayó eliminado y se brindó un buen fútbol. Se ganó. No nos olvidemos de esta victoria. A pesar de la derrota y el 'fracaso' en la Copa del Rey, el Barça se llevó el sabor de boca de haber sido mejor, de haber jugado su fútbol, de haberse sido fiel a sí mismo. Hecho importante el de no perder la cordura ni en los últimos compases de una eliminatoria a vida o muerte, filosofía consolidada entre los pupilos de Pep y que, espero, deje en el legado histórico de este club como ya lo hizo Cruyff en su día. Así pues, lo importante es que se ganó. Con esto no quiero decir que sea mejor la victoria aunque no se pase a cuartos que haberse clasificado perdiendo, no. Lo que quiero decir es que dentro de lo malo, lo positivo ha sido la victoria ante un rival complicado. Una inyección de moral que va a ser importante de cara al futuro.

La eliminación de la Copa del Rey ha supuesto un duro golpe para los hexacampeones y ha significado la primera expulsión del mandato Guardiola en una competición oficial. Pero, a pesar de todo, la eliminación será un punto de inflexión que pueda servir para mantener viva la ambición y el hambre de títulos de sus jugadores. Será, entonces, momento de reflexionar, de descansar y de recuperar las fuerzas gastadas el miércoles para afrontar el partido de mañana, de nuevo, ante el Sevilla.

Será momento de revancha. No sólo con el Sevilla sino con el orgullo propio. Será momento de resarcirse y volver a derrotar al equipo hispalense, esta vez, en Liga. Será momento de comenzar de nuevo con fuerzas, de afrontar los partidos como finales, de mentalizarse para buscar el camino hacia la victoria y de actuar con eficacia, sin agobios, pero con rapidez, pues deben dar el golpe de autoridad. Deben evitar que la prensa sensacionalista se les eche encima para intentar desestabilizar la armonía del vestuario. Pero, sobre todo, deben seguir con ese fútbol mágico, esas triangulaciones imposibles, esa verticalidad impredecible. Deben seguir siendo ellos mismos y bajo la batuta del director de orquesta (llámese Pep) sigan siendo los más envidiados del mundo futbolístico.