viernes, 15 de enero de 2010

DEMOSTRACIÓN DE FÚTBOL, VICTORIA, ELIMINACIÓN Y REVANCHA

Pablo Orleans | Cuatro ideas que llaman al positivismo. Cuatro circunstancias que refuerzan la moral de los nuestros. Una derrota es un derrota, sí, pero ésta no ha sido una derrota cualquiera. En uno de los correctivos futbolísticos más apabullantes del club azulgrana en este año de éxitos, la gesta no se pudo completar. Por la mala suerte o por la gran actuación defensiva del Sevilla y, sobre todo, de Palop, los de Guardiola no han podido seguir con la tónica positiva y la vitola de invictos, con lo que la eliminación supone un hecho diferente desde que el técnico de La Masía se sentó en el banquillo del Camp Nou.

Y digo que es un hecho positivo por varios aspectos. Refiriéndome al titular que he puesto para esta entrada, en primer lugar porque el Barça, en su conjunto, volvió a demostrar que cuando hace falta echarle lo que hay que echarle (un par de huevos, por qué no) responde con un arsenal difícil de parar. Esta respuesta total ante un panorama tan contrario y tan cuesta arriba en un ambiente hostil significa la ambición de un equipo que, a pesar de haberlo ganado todo, quiere más, no baja los brazos en los momentos complicados y lo intenta, si cabe, con mayor fuerza. El elemento especial es el bloque. Todos quieren seguir vivos en todas las competiciones, todos quieren luchar hasta el final y morir con las botas puestas. La demostración de fútbol en el segundo acto del partido en el Sánchez Pizjuán ha dejado claro que si este equipo ha caído ha sido porque lo tenía que hacer, porque tenía que mantener, con hechos y no con teorías, los pies en el suelo y la eliminación de la Copa mantendrá vivo el sabor amargo de la derrota en los jugadores culés, algo que no suele gustar y que no se quiere repetir.

Victoria. Se cayó eliminado y se brindó un buen fútbol. Se ganó. No nos olvidemos de esta victoria. A pesar de la derrota y el 'fracaso' en la Copa del Rey, el Barça se llevó el sabor de boca de haber sido mejor, de haber jugado su fútbol, de haberse sido fiel a sí mismo. Hecho importante el de no perder la cordura ni en los últimos compases de una eliminatoria a vida o muerte, filosofía consolidada entre los pupilos de Pep y que, espero, deje en el legado histórico de este club como ya lo hizo Cruyff en su día. Así pues, lo importante es que se ganó. Con esto no quiero decir que sea mejor la victoria aunque no se pase a cuartos que haberse clasificado perdiendo, no. Lo que quiero decir es que dentro de lo malo, lo positivo ha sido la victoria ante un rival complicado. Una inyección de moral que va a ser importante de cara al futuro.

La eliminación de la Copa del Rey ha supuesto un duro golpe para los hexacampeones y ha significado la primera expulsión del mandato Guardiola en una competición oficial. Pero, a pesar de todo, la eliminación será un punto de inflexión que pueda servir para mantener viva la ambición y el hambre de títulos de sus jugadores. Será, entonces, momento de reflexionar, de descansar y de recuperar las fuerzas gastadas el miércoles para afrontar el partido de mañana, de nuevo, ante el Sevilla.

Será momento de revancha. No sólo con el Sevilla sino con el orgullo propio. Será momento de resarcirse y volver a derrotar al equipo hispalense, esta vez, en Liga. Será momento de comenzar de nuevo con fuerzas, de afrontar los partidos como finales, de mentalizarse para buscar el camino hacia la victoria y de actuar con eficacia, sin agobios, pero con rapidez, pues deben dar el golpe de autoridad. Deben evitar que la prensa sensacionalista se les eche encima para intentar desestabilizar la armonía del vestuario. Pero, sobre todo, deben seguir con ese fútbol mágico, esas triangulaciones imposibles, esa verticalidad impredecible. Deben seguir siendo ellos mismos y bajo la batuta del director de orquesta (llámese Pep) sigan siendo los más envidiados del mundo futbolístico.
      

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Caimos con la cabeza alta. Ahora, mañana, hay que "vengar" esta eliminación.

Saludos.

Pablo Orleans dijo...

@ Gabriela:

Sí, pero no sólo hay que ganar al Sevilla, sino a todos los equipos. La venganza debe ser volver a hacer historia completando el doblete con el aliciente de ganar la segunda Champions consecutiva...EN EL BERNABÉU.

Saludos!!

Sílvia dijo...

Hola!
Más que venganza hemos de ganar para conseguir uno de los dos objetivos de la temporada.
saludos
sílvia