Pablo Orleans | Lo dije ayer por la tarde. Hace más o menos 24 horas decía que el partido que iba a jugar el Barça en Jerez contra el Xerez, el último clasificado de la Liga BBVA, iba a ser más complicado de lo que podía parecer a priori. Dos equipos antagónicos que no se jugaban lo mismo. El Barça, el liderato. El Xerez, tres puntos imposibles. Los gaditanos no tenían nada que perder en este partido y en sus cuentas al inicio de la temporada eran de los puntos con los que no contaban salvo machada ilógica de sus jugadores. Pues bien. Casi consiguen arañar algo positivo anoche. Los de Ziganda saltaron al campo valientes, tratando de tú a tú al mejor club del mundo y teniendo oportunidades. Hoy muchos medios de comunicación decían que el club culé había disputado el partido andando, sin presión, sin motivación. Decían que los jugadores no tenían ganas, que no se les notaba metidos. Yo creo que lo que realmente pasó fue que ese Xerez del que nadie esperaba nada, se hizo más fuerte en su feudo y pudo poner en serios apuros el liderato de los azulgrana. El Barça, ya lo dijo Guardiola y lo ha vuelto a decir Keita, no es capaz -como ningún equipo en la historia- de jugar todos los partidos y todos los minutos al máximo nivel que nos acostumbra en numerosos partidos. Además, si el terreno de juego no está en las mejores condiciones, el fútbol preciso de toque del Fútbol Club Barcelona es más dificil de generar.
Por otro lado, el Barça de anoche demostró tener registros suficientes para ganar en cualquier circunstancia. Con jugadores menos habituales (sobre todo en la delantera), el equipo catalán supo sacar adelante un partido que era más complicado de lo que parecía. Demostró que cuando no supo hacer un juego brillante y espectacular, supo apuntillar al rival con dos ocasiones aisladas y de este modo hacerse con los tres puntos. Demostró que es un equipo completo y, que cuando le falla su arma letal del juego, sabe buscar otros métodos para acabar anotando los goles suficientes y eliminar al contrario.
Así, el Barça va por el buen camino. Busca el juego bello y preciso constantemente, pero cuando no lo encuentra por las diversas circunstancias de cada partido, busca la efectividad de sus grandes jugadores. Ayer fueron "Tití" y Zlatan. Otro día serán Messi e Iniesta. Otros, el equipo en su conjunto. Todo sea por conseguir llegar en mayo como líderes. Todo sea por volver a ganar la Liga.
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